Tras las recientes inundaciones y el desborde de ríos en el sur de Brasil, ciudades enteras quedaron devastadas. El fenómeno sin precedentes dejó hasta ahora un saldo de 100 muertos y 130 desaparecidos. Las autoridades ya hablan del peor desastre natural de la historia del estado de Rio Grande do Sul. En la capital, Porto Alegre, las precipitaciones continúan y los ciudadanos permanecen sin energía y sin agua. Debido al mal clima, se debieron suspender las operaciones de rescate. El Gobierno brasileño calcula que 155 mil personas han perdido sus hogares y se han reportado daños incalculables en infraestructura civil. Además, más de 70 mil personas se encuentran en refugios y otras 164 mil abandonaron sus hogares.

Según las autoridades, las inundaciones afectaron a 497 municipios de Rio Grande do Sul. La magnitud de los daños es tan grande que el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, propuso crear un «presupuesto de guerra» para mitigar las consecuencias. El ministro de Integración y Desarrollo Regional, Waldez Góes, estimó que sólo reconstruir las carreteras destruidas por las inundaciones en el Sur tendría un costo de mil millones de reales (US$200 mil millones).

Brasil se enfrenta a un problema sin precedentes ya que el mal tiempo seguirá. Especialistas advierten que se expandirá la zona afectada y que incluso algunos lugares deberán ser abandonados definitivamente. Según Marcelo Dutra da Silva, profesor de Ecología de la Universidad Federal de Río Grande, las variaciones climáticas extremas llegaron para quedarse. En este contexto, Brasil debe planificar la reconstrucción de Rio Grande do Sul teniendo en cuenta cuáles son las zonas más seguras y resistentes a partir de ahora. «Ciudades enteras tendrán que cambiar de ubicación. Es necesario alejar las infraestructuras urbanas de los entornos de mayor riesgo, que son las zonas más bajas, planas y húmedas, las zonas de ladera, las riberas de los ríos y las ciudades que están dentro de los valles», aseguró catedrático, confirmando un importante proceso de desedificación. “Necesitamos devolver a la naturaleza estos espacios más sensibles a las inundaciones”, agregó.

La agencia meteorológica MetSul, pronostica que las inundaciones de Río Grande empeorarán en los próximos días y el agua llegará a lugares «donde nunca llegó». «La cantidad de agua que fluye por los aproximadamente 300 kilómetros entre Guaíba y la parte sur de la Lagoa dos Patos, técnicamente Laguna dos Patos, es colosal. Todos los ríos que desembocan en la Lagoa han tenido inundaciones récord” indicó. En ese sentido, aseguró que “las inundaciones serán de severas a extremas». El pronóstico para el fin de semana es aún peor. Desde el viernes, «existen condiciones de lluvias frecuentes, ocurrencia de tormentas y acumulaciones extremas», en las mismas zonas que ya fueron afectadas. Expertos sostienen que, aún sin lluvias, el río se mantendrá por encima del nivel de inundación hasta finales de mayo. Ante este panorama, Defensa Civil instó a las personas rescatadas a no regresar a sus hogares.