El déficit habitacional en Argentina es un tema acuciante para la realidad de muchos ciudadanos. La situación se acentúa en algunas provincias, sobre todo, en el norte, donde cada vez se hace más difícil conseguir una vivienda propia. En consecuencia, el aumento de alquileres comienza a hacerse notar. Otra zona del país que sufre los embates del mercado es CABA, donde llegan a cobrarse en dólares.

El economista urbano, director de la fundación Tejido Urbano y geógrafo, Fernando Álvarez de Celis dialogó con LV12. «La Argentina tiene un proceso estructural de déficit habitacional. En el último censo todavía no están los datos de vivienda, pero en el del 2010 había un déficit de cuatro millones de viviendas. O sea, había un millón de viviendas faltantes y tres millones de viviendas en mal estado».

«Los datos demuestran que no empeoró mucho la situación entre los censos, pero sí se mantiene estable, con lo cual ya partimos con una problemática«. De Celis señaló que el censo del año 2022 muestra la gran cantidad de inquilinos que existen en el «Gran Buenos Aires» y en «las ciudades capitales» del Interior. Asimismo, sostiene que esto puede haberse generado por la falta de créditos hipotecarios. La falta de financiación erradicó la posibilidad de poder adquirir una vivienda propia. Debito a esto, las personas que poseen una casa propia la tienen «como reserva de valor», por lo que «terminan alquilándola».

Inflación y Ley de Alquileres

El especialista indicó que hoy son dos los factores que «complejizan mucho la situación». Por un lado, la difícil situación económica por la que atraviesa Argentina debido a la inflación. La cual llevó a que una familia deba destinar un 50% de su salario a pagar un alquiler. Cuando antes solo debía destinar entre un 25 y 35%. El otro factor es la «Ley de Alquileres» que produjo un cambio en «la situación de los parámetros de alquiler: la durabilidad del contrato y indexación».

Finalmente, De Celis dijo que estos factores terminaron provocando «una merma en el sector» y, sobre todo, en el «desincentivo para alquilar». Ya que comenzaron a aparecer otros «submercados que son rentables», tales como un alquiler temporario o gente que opta por esperar por una nueva regulación. Lo cual se refleja en cientos de departamentos vacíos.