El médico cardiólogo Mario Lugones, actual titular del Ministerio de Salud de la Nación, sostiene que el presupuesto de salud debe centrarse en la población joven, priorizando la prevención. Además, considera que en la etapa de vejez, el sistema debería ser más accesible para que cada persona pueda contar con un seguro de salud desde sus años laborales. Bajo esta premisa, el funcionario analiza la idea de impulsar un ‘seguro de salud’ destinado a jóvenes, que sirva para financiar la atención médica de adultos mayores. La idea va de la mano con el avance de la descentralización y la desregulación de obras sociales y prepagas. Según el funcionario, esto ayudaría a reducir los gastos del sistema, descomprimiendo la demanda de recursos.

La idea es que los jóvenes puedan asociarse a una obra social o prepaga con un plan barato con copago, ya que representan un bajo riesgo médico grave. Además, la prepaga debería ofrecerles el financiamiento de un seguro para que cuando tengan más de 65 años estén cubiertos ante las enfermedades vinculadas al envejecimiento. De esta forma, cuando un adulto decide cambiar de prepaga, retira el dinero que invirtió en su seguro personal de salud. Desde la cartera creen que este es un camino hacia la sostenibilidad del área bajo un cambio de paradigma.

Equilibrar el sistema

Si bien aún no existe un proyecto formal que aborde este tema, el Gobierno contempla distintas medidas para reducir el desequilibrio financiero del sistema de Salud. Desde la administración libertaria hacen foco en el desmanejo de fondos y la falta de transparencia del sistema en los últimos años en el área de Salud y en relación a las obras sociales y prepagas. En ese sentido, destacan la desregulación y la limitación de fármacos y tratamientos, bajo la idea de reordenamiento y transparencia del sistema.

La Resolución 3934/2024 emitida por la Superintendencia de Servicios de Salud, limitó la emisión de recetas de fármacos y tratamientos de alto costo en planes de salud cerrados. La normativa estableció que quienes necesiten los mismos, deberán recurrir exclusivamente a los médicos de su cartilla para acceder a los beneficios. Desde el área, sostiene que se busca «proteger el uso eficiente de recursos de salud y reducir la carga financiera del sistema”. Si bien, esto representa un enorme desafío, la gestión libertaria sostiene que el sistema no «explota por los aires» gracias a que Nación se hace cargo de los pagos. No obstante, advierten que el modelo no puede sostenerse a largo plazo. “A ninguna persona que realmente necesite un tratamiento con medicamentos de alto costo se le va a cortar el acceso, pero el proceso debe ser llevado adelante de manera correcta”, aseguran.