Los flavonoides son compuestos presentes en una amplia variedad de alimentos de origen vegetal, conocidos por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerígenas. Además de su papel protector contra enfermedades crónicas como las cardiovasculares, los flavonoides también contribuyen a mejorar la función cognitiva, lo que los convierte en aliados clave para la salud cerebral.

Un estudio publicado por la revista The Lancet reveló que hasta un 45% de los casos de demencia podrían prevenirse. O también retrasarse abordando 14 factores de riesgo modificables a lo largo de la vida. Una nueva investigación de la Queen’s University ha identificado que aumentar el consumo de flavonoides puede reducir el riesgo de demencia en un 28%.

En el estudio, los investigadores analizaron datos de más de 120.000 adultos del Biobanco del Reino Unido. Concluyeron que aumentar en seis porciones diarias el consumo de alimentos ricos en flavonoides se asocia con una reducción significativa en el riesgo de desarrollar demencia. Especialmente, en personas con alto riesgo genético o con síntomas de depresión.

Alimentos ricos en flavonoides

Los alimentos más ricos en flavonoides se incluyen los cítricos como naranjas, limones y pomelos. Así como también vegetales como el brócoli, los tomates, la cebolla roja y las espinacas. También son excelentes fuentes de flavonoides las bayas, el cacao, el té verde y especias como el tomillo y la menta. La uva es una de las frutas más destacadas en este grupo, junto con las fresas, cerezas y manzanas.

La doctora Amy Jennings, coautora del estudio, afirmó que algo tan simple como incrementar el consumo de estos alimentos en la dieta diaria puede tener un impacto preventivo significativo contra la demencia. Actualmente, no existen tratamientos efectivos para la enfermedad. Lo que hace que las intervenciones preventivas, como una alimentación rica en flavonoides, sean una prioridad de salud pública.

Incorporar flavonoides en la dieta diaria

Según Gunter Kuhnle, profesor de nutrición en la Universidad de Reading, la ingesta diaria óptima de flavonoides es de alrededor de 500 mg. Esta cantidad puede alcanzarse fácilmente con una combinación de alimentos como una taza de té, un par de porciones de bayas, algunas manzanas y unos cuadrados de chocolate amargo.