Anoche, se llevó a cabo la 51° entrega de los Martín Fierro. Sin dudas, el invitado más polémico fue Jey Mammon, quien llegó casi media hora después del inicio de la ceremonia. El exconductor de «La Peña de Morfi» llegó al Hotel Hilton a pesar del escándalo por las denuncias y acusaciones de abuso en su contra, realizadas por Lucas Benvenuto.

Con la gala en marcha, Mammon ingresó al recinto en compañía de su amigo Nacho Gauna y se dirigió a la mesa asignada a «La Peña de Morfi». Sin embargo, la mayoría de los invitados abandonaron la mesa, dejando solo a Jésica Cirio. Minutos después, Rodrigo Gascón regresó a su asiento y se sentó junto a Cirio. 

Aunque Mammon no se hizo presente en la alfombra roja, ya había confirmado que asistiría a la gala. «¿Sabes qué? Voy a sentarme en la mesa de ‘La Peña de Morfi’ porque no hay nada más merecedor que esa nominación. Todo me parece injusto, yo estoy sobreseído, tendría que estar trabajando», expresó hace algunos días.

Una vez dentro del salón, Mammon dedicó unos minutos a hablar con algunos periodistas presentes en el lugar. «Yo había dicho que podía pasar que a último momento decidiera no venir, pero vine», comenzó diciendo. «Este es un lugar energéticamente difícil de enfrentar, por lo tanto, dudé todo el tiempo sobre qué hacer, pero acá estoy», agregó.

«No me arrepiento en absoluto de haber venido, estoy muy contento de estar con un equipo con el que compartí todo un año un programa maravilloso, ocupando un lugar que había dejado nada más y nada menos que Gerardo Rozín y que me tocó llenar cuando él se fue de este mundo, lo que fue un desafío enorme. Por eso me pareció que tenía que estar acá», explicó Mammon sobre los motivos que lo llevaron a hacer su primera gran aparición pública después de las acusaciones recibidas. «Acabo de llegar, supongo que me pararé en algún momento», añadió al ser consultado sobre cómo fue recibido por los demás invitados.