Alberto Fernández fue uno de los invitados a firmar el Pacto de Mayo en su condición de exjefe de Estado. Sin embargo, como lo había anticipado, el exmandatario se ausentó y mostró su desacuerdo con el decálogo de compromisos propuestos por el presidente Javier Milei. A través de una publicación en redes sociales, el expresidente compartió su respuesta a la invitación oficial. En la misma, cuestionó los ítems del acuerdo y apuntó contra los firmantes. Fernández consideró que «las provincias unidas del Sur» no representan a una institución formal reconocida por la Constitución. El exfuncionario sugirió que se trataba de un acto que serviría como preludio para reformar la misma. Además, criticó al actual presidente por autodenominarse un «destructor» del Estado. «Si usted busca destruir al Estado, inexorablemente busca también quebrantar los mandatos constitucionales», arremetió.

«Le comunico que no asistiré a las ceremonias conmemorativas de nuestra Independencia para que de ningún modo pueda interpretarse que mi presencia avala propuestas peligrosamente imprecisas que pueden concretar objetivos no deseados por la mayoría de nuestra ciudadanía», expresó Fernández. Milei invitó a gobernadores, expresidentes y otros líderes políticos de amplios sectores a firmar el documento. Este contiene diez políticas «refundacionales y fundamentales para devolverle la grandeza a la nación». No obstante, hubo un ausentismo rotundo por parte del kirchnerismo y el rechazo quedó plasmado en el texto de Fernández. Entre los referentes destacados de la oposición que habían sido invitados por la presidencia se encontraban además Cristina Kirchner y Axel Kicillof. Como era de esperarse, ambos decidieron no asistir al acto.

Para el exfuncionario, Milei tiene la «intención de desconocer la Constitución Nacional» y advirtió de que los ciudadanos no fueron consultados sobre el contenido de «una suerte de ‘pacto fundacional’ que tiene propósitos reformistas que exceden en mucho cuestiones meramente fiscales». Por otro lado, sostuvo que al no estar especificadas el tipo de políticas públicas a desarrollar, el pacto podría significar medidas «nocivas» para el pueblo argentino, «máxime si se tiene en cuenta que el Congreso Nacional acaba de delegar funciones legislativas a un presidente que dice ‘odiar’ el Estado. El texto del acta habla de ‘reconstituir las Bases de la Argentina’. La base de la Argentina es nuestra Constitución Nacional. Si quieren ‘reconstituir’ esa base, ¿debo entender que busca obviar o reformar la Constitución Nacional?», planteó Fernández.

Propiedad privada

Uno de los puntos de mayor punto de discrepancia se presentó el tema de la propiedad privada. El libertario ponderó la inviolabilidad de la propiedad privada y colocó a este como el primer punto del Pacto de Mayo. Milei sostuvo que «la propiedad privada es la primera y más básica institución de nuestra sociedad. La libertad misma de cada uno depende de la inviolabilidad de la primera de todas, que es la propiedad que uno tiene sobre su propio cuerpo y voluntad».

Alberto Fernández relativizó esta idea y se refirió a la «utilidad pública» como una herramienta para sopesar el derecho a la propiedad privada en beneficio de un interés colectivo. «Nadie en su sano juicio puede oponerse a que se respete la propiedad privada, a que se garantice una educación de excelencia o a que se propicie una reforma del sistema provisional que asegure su sustentabilidad. Sin embargo, la propiedad privada (reconocida como derecho en nuestra Carta Magna) puede ceder por razones de utilidad pública. ¿Pretenden eliminar esa excepción?» analizó.