Argentina inició el 2023 todavía con la sensación que dejo el triunfo de la Scaloneta tras consagrarse campeones del Mundo. Sin embargo, el balance económico no es tan positivo, ni mucho menos su impacto en los bolsillos de los argentinos. ¿Qué números nos dejó el 2022?

Según el Banco Mundial, Argentina es el sexto país con mayor pobreza estructural dentro de Latinoamérica, es decir que el 42% de su población se encuentra bajo la línea. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) el 36,5% de la población se encuentra bajo la línea de la pobreza, siendo afectados principalmente los menores de 15 años, quienes, según estos datos, al menos el 50% son pobres.

Si bien, en noviembre la inflación fue de 4,9%, en diciembre se espera que la misma sea entre un 5 y un 6% cerrando el 2022 con una inflación anual acumulada de 95%. En este sentido el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre mostró un incremento del 4,9% con un incremento acumulado durante 2022 de 85%. Los especialistas proyectan una suba símil a la inflación, con lo cual el año cerraría en un IPC aproximadamente del 90%. Los sectores más afectados en este análisis mensual fueron los de vivienda, comunicaciones y servicios, seguido por las bebidas alcohólicas y el tabaco.

En cuanto al sector alimenticio, si bien es cierto que desde el ministerio de Economía se aplicó el programa «Precios Justos» para intentar paliar la inflación, los alimentos tuvieron un incremento en su precio del 80% en los últimos once meses del año.

No obstante, aunque la desocupación en comparación con el 2021 descendió a un 7,1%, el trabajo en negro se incrementó en paralelo con este indicador. Según el INDEC el trabajo registrado con aportes jubilatorios descendió tres puntos porcentuales, de un 48,2% a un 45,4%. Mientras que el trabajo no registrado se ubicó en un 27,1% que en comparación con el 2021, subió casi 3,3 puntos porcentuales (23,8%).

Finalmente, la Canasta Básica Total (CBT) subió un 4,46% y lleva acumulado en los últimos doce meses un 95,63%, con lo cual se determinó que una familia tipo para no ser pobre necesita al menos $144. 840 y no menos de $222.485 para ser considerada clase media.