Un estudio internacional ha revelado que los nanoplásticos presentes en el medio ambiente podrían reducir la eficacia de los antibióticos, sumando una nueva preocupación al creciente problema de la resistencia a los antimicrobianos. La investigación, publicada en la revista Scientific Reports, fue realizada por científicos de Suecia, Brasil, Austria, Alemania, Reino Unido y Hungría.

Los nanoplásticos son diminutas partículas de plástico que miden entre 1 y 1.000 nanómetros, mucho más pequeñas que un grano de arena fina. Se generan a partir de la fragmentación de plásticos más grandes o se liberan de materiales utilizados en electrónica, pinturas y adhesivos. Estas partículas pueden ingresar al cuerpo humano a través de alimentos o bebidas contaminadas, inhalación o incluso absorción cutánea.

Aunque todavía se investigan sus efectos en la salud humana, existe una creciente preocupación debido al alto nivel de producción de plástico a nivel mundial, estimado en 460 millones de toneladas al año. Estudios previos, como el publicado en marzo en el New England Journal of Medicine, han asociado la presencia de microplásticos y nanoplásticos en los vasos sanguíneos humanos con un posible aumento del riesgo de infarto de miocardio, accidente cerebrovascular o muerte.

Resultados del nuevo estudio

El equipo de investigadores se enfocó en cómo los nanoplásticos afectan a la tetraciclina, un antibiótico de amplio espectro. Descubrieron que estas diminutas partículas se adhieren al antibiótico, dificultando su capacidad para combatir infecciones bacterianas. Este fenómeno no solo reduce la eficacia del medicamento en las áreas donde debería actuar, sino que también podría transportar el antibiótico a otras partes del cuerpo, donde dosis subterapéuticas podrían promover la resistencia bacteriana.

Los nanoplásticos analizados incluían materiales comunes como nylon, polietileno, polipropileno y poliestireno, presentes en textiles y empaques. En experimentos realizados con células humanas y de ratón, se observó una disminución significativa (del 40 al 50%) en la eficacia de la tetraciclina cuando estaba presente junto con partículas de poliestireno y polietileno. Modelos computacionales avanzados indicaron que la unión entre nanoplásticos y antibióticos es particularmente fuerte en el caso del nylon, una sustancia abundante en el aire interior.

Implicaciones para la salud pública

Lukas Kenner, profesor visitante en el Departamento de Biología Molecular de la Universidad de Umeå en Suecia y uno de los líderes del estudio, expresó: «Los resultados son alarmantes, considerando lo comunes que son los nanoplásticos y el impacto vital de los antibióticos en salvar vidas». El estudio destaca que los nanoplásticos no solo interfieren en la eficacia de los tratamientos médicos, sino que también podrían contribuir al creciente problema de la resistencia bacteriana, representando un riesgo significativo para la salud pública.

Corina Nemirovsky, médica de la sección Infectología del Hospital Italiano de Buenos Aires e integrante de la Sociedad Argentina de Infectología, comentó sobre el hallazgo: «Este es un estudio experimental in vitro que muestra cómo la tetraciclina puede adherirse a los nanoplásticos, impidiendo que el fármaco alcance su sitio de acción o lo haga en concentraciones insuficientes». Añadió que esto podría resultar en infecciones no resueltas o en el desarrollo de resistencia bacteriana. Sin embargo, enfatizó que «se trata de resultados preliminares que deben ser confirmados en estudios con seres humanos».

La resistencia a los antimicrobianos y el impacto de los plásticos

Este avance científico coincide con la Semana Mundial de Concientización sobre la Resistencia a los Antimicrobianos, que se celebró del 18 al 24 de noviembre. La resistencia a los antibióticos es una de las mayores amenazas para la salud global, y factores como la presencia de nanoplásticos podrían exacerbar el problema.

Mientras tanto, más de 900 científicos independientes, incluyendo investigadores de América Latina, han hecho un llamado a los miembros del Comité Intergubernamental de Negociación de las Naciones Unidas para que acuerden un tratado global que ponga fin a la contaminación por plásticos para 2040. En una declaración conjunta, señalaron: «La contaminación por plásticos causa daños significativos y generalizados, afectando al medio ambiente, el clima, la biodiversidad y la salud humana, además de impactar negativamente en las economías y los derechos humanos».

Los expertos enfatizan que, para que el tratado sea efectivo, es crucial abordar la contaminación por plásticos priorizando la reducción y eliminación progresiva de la producción primaria de polímeros plásticos.