Una bailarina tucumana de 22 años denunció reiteradas situaciones de violencia por parte de su expareja. Tras realizar la presentación policial por violencia de género contra el presunto agresor, la joven, oriunda de Alderetes, relató en sus redes el calvario de acoso físico, verbal y psicológico que habría sufrido. Según lo expuesto, las escenas de sometimiento y manipulación por parte del atacante (22) se repitieron durante cuatro años. Finalmente, tomó el valor para revelarlo a la justicia. 

La denuncia fue asentada en la Comisaría de Alderetes. Intervino en la causa la Unidad Fiscal Proteccional de Violencia Familiar y de Género. A raíz del proceso se inició el protocolo enmarcado en la causa por lesiones (violencia de género). Por intervención de la Unidad Fiscal de Decisión Temprana del Centro Judicial Capital, la denunciante fue sometida a exámenes médicos legales. Allí se pudo constatar el estado general de salud y psicológico de B.J. tras sufrir repetidos episodios de violencia.    

No obstante, la joven manifestó que su atacante “solo se burló” de la denuncia. “Es una persona que cuando se enoja no mide sus acciones”, advirtió. También señaló que aún persisten algunas situaciones de hostigamiento. En un crudo testimonio, relató que durante los últimos episodios de violencia física vividos, su expareja la golpeó y «esparció luego su orina» por su habitación. Posteriormente, difundió en sus redes distintas fotos donde se observan los hematomas que le habría generado en su cuerpo al momento de las agresiones y audios del presunto atacante insultándola verbalmente.

Luego de hacer pública su denuncia, la joven sostuvo que es un “tema difícil” de sobrellevar. “Me generó mucho daño a mi y a mi familia. Hoy lo puedo contar, me costó muchísimo trabajo y mucha terapia. Es un proceso bastante largo. Con apoyo de mi familia y gente que me quiere pude salir adelante. No quiero que otra persona pase la misma situación. Espero que las chicas que están pasando esto se animen a denunciar”, cerró. 

Violencia Familiar y de Género

La Ley Provincial 7.264 establece que “se entenderá por violencia familiar toda acción, omisión, o abuso, que afecte la integridad física, psicológica, emocional, sexual y/o la libertad de una persona en el ámbito del grupo familiar aunque no constituya delito”. Estos hechos podrán encuadrarse en una DENUNCIA PENAL y se debe exigir que así se haga. Dicha denuncia permite la tramitación de un expediente que será remitido a la Fiscalía Penal de turno. La misma se debe encargar de establecer medidas de protección para la víctima, sus hijos y su entorno familiar.

Lesiones 

Si la víctima sufre lesiones físicas, al momento de la denuncia debe recibir una ORDEN DE REVISACIÓN. Esta le permitirá ser examinada por un médico forense. La misma permite dar por probadas las lesiones sufridas. Sin perjuicio de esa revisación, la Ley Provincial 7.264 establece que la víctima puede ser examinada por un médico de cualquier institución pública de salud. El profesional debe expedir un CERTIFICADO MÉDICO donde consten las lesiones que presente la víctima para luego adjuntarlo a la denuncia.

Protección a la víctima

La víctima puede solicitar una MEDIDA DE PROTECCIÓN DE PERSONA para sí misma y para su hijos. La misma debe realizarse ante LA FISCALÍA DE TURNO o ante un JUEZ DE FAMILIA. El Código Procesal Penal, el Código Procesal Civil y la Ley Provincial de Protección contra la Violencia Familiar prevén diversos mecanismos de protección. En cualquier caso la víctima debe ser asistida por un abogado/a que pueda actuar rápidamente.

Asistencia Jurídica Gratuita

Existen opciones de asistencia gratuita para víctimas de violencia familiar. Uno de ellos es el Consultorio Jurídico Gratuito del Colegio de Abogados de Tucumán, ubicado en Congreso 450 (San Miguel de Tucumán). También está el Servicio de Asesoramiento y Asistencia Jurídica Gratuita a las personas en situación de Violencia Familiar del Colegio de Abogados del Sur. El mismo se encuentra ubicado en España 1583 en la ciudad de Concepción. Finalmente, se puede recurrir con el mismo propósito a las Defensorías Oficiales Civiles y Penales del Centro Judicial de Capital y de Concepción.