El presidente electo, Javier Milei, quería el Cadillac negro descapotable que Juan Domingo Perón compró en 1955. Ese auto trasladó a los expresidentes Raúl Alfonsín, Carlos Menem y Fernando de la Rúa, entre otros, pero no podrá ser usado por el libertario. “Por demoras administrativas”, este vehículo no saldrá del subsuelo del Museo del Bicentenario el domingo 10 de diciembre. En su lugar, el Presidente eligió otro descapotable estadounidense, fabricado en la Argentina: un Valiant III que sería provisto por un coleccionista privado.

Acorde al itinerario oficial, Milei se subirá al Valiant descapotable tras su primer discurso en la explanada del Palacio Legislativo. Luego, avanzará por la Avenida de Mayo, en contramano, y rumbo a la Casa Rosada e intentará bajar en la proximidad a la Avenida 9 de Julio y caminar desde allí hasta Balcarce 50. Los ojos estarán puestos en el evento político, sus primeras palabras como presidente y, claro, en el auto que eligió para ser trasladado.

En total se fabricaron cuatro generaciones del Valiant, que era un auto grande, con velocidad máxima de 150km/h en su primera generación, capacidad para seis pasajeros y consagrado como “el auto más potente del mercado” cuando salió a la venta la segunda generación. No obstante, la elegida por Milei es la tercera, mejor conocido como “el auto con alas”.

Surgió con un rediseño total, una estética que marcó una gran diferencia en relación a su predecesor. Más grande, casi cinco metros de largo, más ancho, con más capacidad en el tanque y con neumáticos más grandes. Lo más destacado era una suerte de “alas”, que tenía al costado de los neumáticos traseros: un diseño disruptivo para la época que le valió el apodo.