El viernes pasado se cumplió un mes desde que Tomás Álvarez no está en casa con su familia. Sus padres reflejan el dolor y la angustia que generó su repentina partida y comenzaron desde ahora a pedir explicaciones a la Justicia para que investigue la trágica muerte en Lince Rugby Club.

Alicia Herrera y Ramón Álvarez, padres de Tomás, hablaron con la prensa para contar cómo fueron las semanas desde que el adolescente no volvió a su casa. Con mucho dolor tuvieron que soportar que haya versiones que los señalaban y desmintieron categóricamente a aquellos que sostienen que el joven se dirigió a entrenar al club.

«Hemos juntado fuerzas para hablar. Hace un mes que estamos sin Tomás y aún no tenemos ninguna respuesta. Nadie del club habló con nosotros, jamás. Dijeron que estábamos felices porque nuestro hijo iba a entrenarse al club, pero yo jamás lo mandé a entrenarse», señaló Alicia.

La madre de Tomás ahondó acerca de lo que fue a hacer su hijo en Lince ese dia. «Mi hijo fue a averiguar los horarios, cuánto costaba la cuota, para ver si podíamos pagarlo porque él quería ir. Dos amigos vecinos van hace mucho y lo habían incentivado. No lo mandé a entrenarse, solo a averiguar», aclaró.

En tanto Ramón agregó que el club no contaba con el equipo necesario para hacer frente a situaciones como estas. «Tenía que haber un desfibrilador, o un médico. Él cayó en la cancha y recién después de un rato lo auxiliaron. Esto le podría haber pasado a cualquier otro chico. No se le pidió ningún certificado médico antes de ponerlo a entrenarse», señaló.

Desde el punto de vista legal la causa está caratulada como muerte dudosa mientras que el defensor de la familia está solicitando su cambio para que pase a homicidio simple con dolo eventual y homicidio culposo para otros actuantes como el profesor de la clase. «Entendemos que hay suficientes elementos para hacer estas imputaciones», señaló el letrado.