En medio de la escalada de la crisis económica, el año 2023 ofreció oportunidades para quienes se aventuraron en bonos y acciones. Con la inflación alrededor del 200%, el dólar oficial subiendo un 356%, y el peso devaluándose un 78%, los inversores buscan alternativas para proteger sus ahorros.

Después de la devaluación de diciembre, el tipo de cambio se convirtió en un ancla nominal con un crawling peg del 2% mensual. Las tasas de interés se mantuvieron alrededor del 8%, pero la pérdida de competitividad genera dudas sobre la sostenibilidad de esta política. La posibilidad de una devaluación acelerada o un salto discreto es una preocupación.

Tras la reducción de la tasa de política monetaria, hay una demanda en instrumentos en pesos para reducir la pérdida de valor y disminuir el spread negativo con las tasas de plazo fijo. La curva CER experimentó una compresión significativa de rendimientos. Ante la alta inflación esperada, activos CER y Dólar linked son considerados opciones para resguardar valor.

Recomendaciones de inversión:

  1. Corto plazo (Bono CER TX24): Se sugiere invertir en TX24 que ajusta su capital por el CER, acompañando así la inflación en el corto plazo.
  2. Mediano plazo (Bono Dollar Linked T2V4): Bono nacional T2V4 vinculado al dólar estadounidense, proporcionando cobertura ante devaluación. Con vencimiento el 30 de abril de 2024, tiene un rendimiento de devaluación del -13%.

Desde ADCAP, se recomienda a los inversores volcarse al mercado de bonos soberanos y subsoberanos. Especialmente, aquellos que ajustan por inflación o variación en el tipo de cambio. Los bonos soberanos Hard Dollar siguen siendo atractivos, y en el mercado de acciones, se ven oportunidades en sectores clave como Petróleo y Gas, Agricultura y Generación de Energía renovable.