El diputado nacional de la UCR, Julio Cobos, presentó un proyecto para cambiar el huso horario en Argentina durante los meses de otoño e invierno. El objetivo es el de ahorrar energía y mejorar el desempeño escolar de los estudiantes. La propuesta incluye establecer como hora oficial en toda Argentina el huso horario de menos 4 horas al Oeste del meridiano de Greenwich (-4 GMT). El cual es el que corresponde al país, según el Sistema Internacional de los Husos Horarios. Además, se facultaría al Poder Ejecutivo para modificar la hora correspondiente al huso horario, de tres horas al Oeste del meridiano de Greenwich (-3 GMT) durante el periodo estival.

Diego Golombek, experto en cronobiología, explicó que Argentina actualmente se encuentra en el huso horario -3 GMT, que no coincide con su huso horario geográfico. Esto afecta especialmente a las provincias cordilleranas, que están más desfasadas con respecto a su horario natural.

Según Golombek, sería lógico discutir racionalmente cuál es el huso horario que corresponde al país, sugiriendo que debería ser el -4 GMT. Lo cual beneficiaría el aprovechamiento de la luz solar durante la mañana, mejorando funciones corporales como la sincronización del reloj biológico, la alerta y el estado de ánimo.

El Dr. Daniel Pérez Chada, presidente de la Fundación Argentina del Sueño, considera que la propuesta es razonable. Y es que se acerca a la situación correspondiente al huso horario de acuerdo a la posición geográfica del país. Destaca que despertarse con luz diurna y dormir en horarios nocturnos con oscuridad impulsa el buen descanso, algo fundamental para la salud.

El neurólogo Alejandro Guillermo Andersson destaca la importancia de mantener una hora de despertar constante y un mínimo de 7 horas de sueño por noche. Señala que exponerse a la luz del sol matutino regula el reloj biológico y puede mejorar el estado de ánimo y la energía. En conclusión, el cambio del horario argentino podría tener un impacto positivo en la vida cotidiana al mejorar la calidad del sueño, el rendimiento cognitivo y el estado de ánimo de la población.