En los últimos días, la tensión en los mercados internacionales ha comenzado a disiparse. Especialmente, luego de las caídas significativas en las cotizaciones registradas el viernes 2 y lunes 5 de agosto. Las cuales fueron impulsadas por el aumento de tasas en Japón y el incremento del desempleo en Estados Unidos.

Desde entonces, en el plano local se ha observado una recuperación en los precios de las acciones y bonos. Acompañada por un descenso en la paridad del dólar implícita en estos activos, operados simultáneamente en la Bolsa porteña y en el exterior.

Los dólares bursátiles, como el «contado con liquidación» y el MEP, han registrado bajas por sexta jornada consecutiva. Ubicándose en la zona de los $1.279, niveles similares a los del 24 de junio. Estas cotizaciones, que habían alcanzado un máximo nominal superior a los $1.400 el 12 de julio, han retrocedido un 10% desde entonces.

Por qué bajan los dólares financieros

Varios factores han contribuido a esta tendencia, la cual es crucial para el objetivo del gobierno de Javier Milei de reducir la brecha cambiaria con el tipo de cambio oficial. Que ahora se encuentra en el 36% para este segmento, la más baja desde fines de mayo. Este movimiento también busca contribuir a la desaceleración inflacionaria y facilitar la eliminación del «cepo» en el corto plazo.

1) Intervención oficial: el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció el 13 de julio un nuevo esquema de “emisión cero”. El cual busca la esterilización de los pesos utilizados para la compra de reservas del Banco Central, a través de la venta de divisas en el mercado de valores.

2) Vigencia del dólar “blend”: desde diciembre pasado, la disposición del Gobierno que permite que un 20% de las liquidaciones por exportaciones del agro se cursen en el mercado de valores a un tipo de cambio más ventajoso.

3) Pago de impuestos y “blanqueo”: se espera un ingreso considerable de dólares al sistema debido a la adhesión al Régimen Especial de Ingreso de Bienes Personales (REIBP). Y que ofrece un pago adelantado del gravamen con una conveniente alícuota del 0,45%.