El Ministerio Fiscal pidió su prisión preventiva, tras imputarlo como presunto partícipe necesario del delito de robo agravado por haberse cometido con arma no secuestrada.

Este sábado se llevó adelante una audiencia convocada por la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I, que conduce Diego López Ávila. El objetivo: declarar legítima la detención, formular cargos y solicitar medidas de coerción en contra de un hombre de 51 años, acusado de aportar datos claves para la concreción de un violento y millonario asalto a una metalúrgica ubicada en avenida Juan B. Justo al 2500 de la capital.
Sucedió el martes pasado, 25 de abril, cuando entraron a la empresa dos sujetos, uno es hijastro del ahora detenido, quien portaba un arma de fuego con la que amenazaron a dos empleadas. Sustrajeron $ 5.000.000 destinados al pago de sueldos, además de dos computadoras y teléfonos. Por orden judicial, en el marco de una medida de allanamiento, ayer viernes a la madrugada fue detenido este hombre sospechado de prestar colaboración para la comisión del atraco. En tanto que su hijastro permanece prófugo y el otro individuo todavía no fue identificado.

Durante la audiencia, la auxiliar de fiscal, Paula Bellomio, se encargó de narrar cómo fueron los hechos (ver aparte), presentó las evidencias recogidas hasta este momento y sostuvo que la conducta penal desplegada por el encartado encuadra en el delito calificado provisoriamente como robo agravado por haberse cometido con arma no secuestrada, en calidad de partícipe necesario.

A la cárcel

Como último punto de su alocución, Bellomio requirió que al acusado se le dicte por el término de cuatro meses la medida de coerción de mayor intensidad, la prisión preventiva, al considerar la existencia de riesgos que pueden entorpecer la causa. Al momento de emitir su resolución, el juez aceptó parcialmente el pedido del MPF y concedió dicha cautelar, pero por el plazo de dos meses. Asimismo, dispuso el inmediato traslado a la unidad penitenciaria.

La teoría del caso

El pasado martes 25 de abril, en horas de la mañana, el imputado, aprovechando y conociendo información acerca del dinero otorgado por el dueño de una metalúrgica a dos empleadas de la empresa para efectuar el pago de los sueldos, realizó junto a su hijastro y un tercer sujeto aún no identificado, un plan conjunto para poder obtener ese dinero, proporcionando el acusado información sobre fechas y horarios en que las trabajadoras tendrían el dinero en la empresa, el monto, características de la oficina y de las personas que se encontraban allí.

Es así que ese mismo día, alrededor de las 17:00 horas, el hijastro del imputado y un delincuente no identificado arribaron a la metalúrgica, ubicada en avenida Juan B. Justo al 2500, San Miguel de Tucumán. Una vez allí se hicieron pasar por clientes e ingresaron a la oficina donde estaban dos empleadas. El familiar del detenido sacó un arma de fuego, las apuntó y les dijo de manera violenta “¿dónde está la plata”, les exigió que se tiraran al piso y las llevó detrás de los escritorios.

Una de las víctimas le indicó que el dinero se encontraba en el cajón del escritorio. El sujeto no identificado comenzó a juntar la plata y la escondió entre sus ropas, sustrayendo la suma de 5 millones de pesos. No conforme con ello, insistieron con que las mujeres les entregaran más dinero. Ante la negativa de ellas, robaron un celular, dos computadoras y un teléfono fijo. Luego se dieron a la fuga a bordo de una motocicleta con rumbo desconocido.