Tucumán cuenta desde el 1° de noviembre del año pasado con un vuelo directo a Puerto Iguazú, a través de Aerolíneas Argentinas. Con dos frecuencias semanales y en menos de dos horas de vuelo, Tucumán se afianza a uno de los destinos más increíbles de nuestro país. Es, además, un punto estratégico de entrada de turistas internacionales a la provincia que podrán disfrutar de los Valles Calchaquíes y de nuestros paseos históricos.

Para promover y dar a conocer la ruta aérea, el Ente Autárquico Tucumán Turismo y el Iturem, ente oficial para el fortalecimiento de la actividad turística en Cataratas del Iguazú, aunaron fuerzas junto a la aerolíneas de bandera, para hacer una actividad de intercambio de influencers y periodistas de ambas ciudades, con el objetivo de mostrar y difundir las diferentes actividades que tiene para ofrecer cada lugar.

El paseo de los tucumanos por Puerto Iguazú

Desde Tucumán, estuvieron presentes Lucía Cholffi, Matías Bernabé D´Pinto, Natalia Espinosa, Leandro Federico García, Guido Sebastián Guerrero, Nicolás Loretto y Rodolfo Emanuel Geréz Cardozo, como representante del Ente Tucumán Turismo. Su itinerario fue una sacudida de emociones y travesías que combinó la innegable maravilla de su paisaje selvático con la adrenalina propia del turismo de aventura. Con la colaboración de reconocidas marcas y empresas, se alojaron en hoteles reconocidos de la ciudad como el Amerian Portal del Iguazú, el Saint George y el Mérit Iguazú que ofrecieron confort y bienestar a cada uno de los pasajeros.

El día uno, miércoles, tuvieron la posibilidad de recorrer la ciudad y conocer la gastronomía típica del Puerto Iguazú, en Aqva Restaurante. Los platos con base de pescado son la estrella indiscutible del lugar, junto a entras que combinan al clásico chipá y las comidas más regionales del lugar.

El jueves llegó la tan esperada visita a las Cataratas del Iguazú, una de las maravillas naturales del mundo que es todo lo que promete: vistas panorámicas increíbles, un contacto directo con la naturaleza, con la flora y fauna del lugar. La zona reúne a más de la mitad de todas las especies de Argentina, por lo que el lugar ofrece un excelente preludio a lo que podemos encontrar en el resto del país. El recorrido empezó en el Parque Nacional Iguazú y terminó con la excursión acuática de la Gran Aventura, que ofrece la adrenalina de vivir el corazón de las misma cataratas. Una experiencia refrescante y única para disfrutar entre amigos o con la familia.

Iguazú, además de ser un foco turístico por los paisajes impresionantes que ofrece, también promueve la educación ambiental al ser un lugar ecosostenible. Para poder saber más y adentrarse en el conocimiento de su fauna, es que estuvo prevista la visita al paisaje protegido de Güiráoga, que tiene como misión rescatar a los animales de la selva misionera que llegan al refugio provenientes del tráfico de fauna, heridos o entregados voluntariamente por la población. Así también liberar a aquellos animales que puedan sobrevivir en su habitat natural y resguardar a los que no; y también sostener la tarea de investigar y desarrollar programas de educación para concientizar sobre la necesidad de protección de la fauna silvestre y del monte misionero.

Otro de los destinos fue Aripuca, un emprendimiento Agro-Eco-Turístico familiar. Fue construido a base de árboles recuperados, inspirado en una típica trampa de los pueblos guaraníes que lleva justamente ese nombre: «aripuca». Llegando a 17 metros de altura y con más de 500.000 kilos de peso distribuido en 30 especies nativas de la Selva Misionera, la trampa gigante se lleva todas las miradas apenas ingresas. Con una degustación de helado de yerba mate, producto por excelencia en esa provincia, de pétalos de flores y de frutos de palmitos, es que cerró el itinerario del día viernes no sin antes conocer la vista de la triple frontera y cenar en un reconocido restaurante llamado Patanegra.

Misiones también se hizo presente en la tierra de la caña de azúcar

Tras un intenso recorrido de cuatro días, nuestros invitados pudieron comprobar por sí mismos lo que ofrece el Jardín de la República. Ni bien llegaron, se trasladaron hacia El Cadillal para disfrutar del paisaje montañoso, el agua y la experiencia del ascenso al Cerro Medicci en la aerosilla. Conocieron parte de la historia arqueológica de la zona, que denotan cómo se forjó la cultura de la región en épocas hispánicas y posthispánicas.

Por la tarde de ese mismo día, hicieron un paseo en Catamarán por el Dique Celestino Gelsi de la mano de SW Tucumán Aventuras. Sin tiempo para perder, puesto que Tucumán es la provincia más pequeña del país pero con inagotables puntos turísticos, partieron al cerro San Javier para recorrer la flora y la fauna del lugar, el mirador del Cristo Bendiciente y disfrutar de una increíble vista a San Miguel de Tucumán.

Si de paisajes y de cerros se trata, no podía faltar la visita a los Valles Calchaquíes. Entre otros destinos, estuvieron en la Ciudad Sagrada de Quilmes, un pueblo milenario de 800 años D.C. Uno de los asentamientos prehispánicos más importantes de los pueblos Calchaquíes, que en el siglo XVII llegó a tener 3.000 habitantes en el área urbana y 10.000 en los alrededores.

Luego de recorrer el Observatorio Astronómico de Ampimpa y visitar Amaicha del Valle, hicieron noche en Tafí para iniciar el día tres. Allí visitaron la Estancia Las Carreras e hicieron el recorrido del tambo, la quesería que ofrece el tradicional queso «M», visitaron las instalaciones y disfrutaron de la comida regional que ofrecen el lugar.

También tuvieron su dosis de adrenalina en Raki, ubicado en el corazón de Yerba Buena. El lugar cuenta con 96 juegos y ocho circuitos de arborismo;  Palestra; y tres líneas de tirolesa, de nivel internacional, lo que lo convierte en un espacio único en el Norte argentino. En este itinerario si había dos paradas obligadas eran el Museo Casa Histórica, donde se firmó la independencia del pueblo argentino, y la degustación del tradicional sánguche de milanesa.