Desde la creación del Fondo de Ampliación de la Matriz Productiva (FAMP) en 2021, Tierra del Fuego ha emprendido un proceso de transformación. Específicamente económica, con el objetivo de diversificar su industria más allá de la consolidada electrónica. Este fondo fue establecido en el marco de la extensión del subrégimen de promoción industrial hasta 2038. Y busca fomentar el desarrollo de nuevas industrias y mejorar la infraestructura existente en la provincia.

“El FAMP es esencial para diversificar la economía de la provincia, con el fin de fomentar el desarrollo de nuevas industrias y mejorar la infraestructura para las que ya existen”, afirmó Ana Vainman, directora ejecutiva de la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE).

Entre los sectores con mayor potencial se encuentra la energía, destacándose el desarrollo del hidrógeno verde. Que busca aprovechar las condiciones ideales de la provincia, como los vientos constantes y la abundancia de agua. Además, el Proyecto Fénix promete reforzar la capacidad energética de la región con una inversión de 700 millones de dólares. Y que no solo proveerá de energía a la provincia, sino que también permitirá la generación de productos derivados como urea, fertilizantes e hidrógeno gris.

“Tierra del Fuego posee la mayor experiencia en exploración y explotación de este combustible en toda la Argentina, lo que la posiciona de manera única en la transición hacia una nueva matriz energética”, detalló Juan Pablo Deluca, economista experto en el régimen de promoción de este sitio.