Por lejos fue la peor semana en mucho tiempo. Y probablemente solo sea la peor hasta ahora. Desde el Gobierno, aseguran que hay que seguir preparando la economía y las inversiones. El objetivo es llegar a octubre con la menor cantidad de daños colaterales posibles. Cada vez más argentinos buscan alternativas para la dolarización de sus ahorros, y se decantan por el mercado bursátil.

La devaluación del peso argentino decidida el lunes provocó la estampida de los dólares libres. Los cuales subieron $100 pesos en cuatro ruedas, a $660 el MEP y más de $780 el blue. Dejan más pobres a quienes perciben salarios en pesos, pero también incrementan las señales de alerta sobre el avance de la inflación. Los analistas ya estiman que será de dos dígitos y cercana al 14%.

Opiniones de expertos

Mauro Mazza, a cargo de research en Bull Market Brokers, es directo y muy categórico: “El mercado está en una situación de anarquía financiera. El gobierno devaluando con cepo se auto-generó la corrida cambiaria que tememos termine en una corrida bancaria y un testeo serio al Banco Central y la liquidez bancaria”, detalló. “A los inversores minoristas les recomendamos que en vez de bonos en pesos tengan empresas (acciones). En vez de deuda soberana en dólares busquen deuda corporativa».

Melina Di Napoli, analista de Wealth Management en Balanz, parte de la idea que los inversores más conservadores se dolarizaron prePaso. Los que salgan en busca de oportunidad, dice la analista, puede ser que la encuentren en activos ajustados por inflación. Los inversores (y los consumidores en general) ya tienen en su mindset que, ante una fuerte suba del tipo de cambio, habrá aumento de precios y por lo tanto tiene más sentido pasarse a instrumentos que ajusten por inflación. Vale aclarar, que esta rotación en el portafolio depende de qué tanto el inversor espere una nueva devaluación en el corto plazo, es decir, de qué tan altas son las expectativas hacia adelante”.