El alfajor, un postre emblemático de la cultura argentina, ha alcanzado el tercer puesto en el ranking mundial de galletas, según la prestigiosa guía culinaria Taste Atlas. Este reconocimiento resalta la combinación única de una masa suave y esponjosa, muchas veces con una ligera textura quebradiza. Y que envuelve generosas capas de dulce de leche, creando un equilibrio perfecto entre lo dulce y lo cremoso.

Los alfajores argentinos se presentan en diversas formas y tamaños. Desde los tradicionales cubiertos de chocolate o los de maicena con coco rallado, hasta las versiones más innovadoras con decoraciones creativas y rellenos variados. Este postre, apreciado en toda Argentina, ahora se ha ganado un lugar especial en la cultura culinaria mundial gracias a su destacada posición en el ranking.

Las recomendaciones de Taste Atlas se basan en las opiniones de críticos culinarios de todo el mundo y los rankings se realizan a partir de votaciones de los lectores. En esta ocasión, se registraron 8.076 votos que determinaron cuáles eran las galletas favoritas. La descripción que realizó la guía sobre el alfajor argentino destaca su importancia cultural en toda América Latina. Además de la diferencia sustancial que presenta la variante nacional.

«Los alfajores argentinos son galletas sándwich que consisten en dos galletas dulces redondas y desmenuzables con un relleno de dulce de leche o mermelada de leche entre ellas. A continuación, la combinación se cubre con una capa de chocolate o se espolvorea con azúcar glasé», describe Taste Atlas.

El nombre alfajor proviene de la palabra árabe al-hasú, que significa relleno. Aunque estas galletas se pueden encontrar en toda América Latina, son originarias de Andalucía, España. Cuando los españoles llegaron a América, trajeron sus comidas y tradiciones. Con el tiempo, casi todos los países de América Latina han adaptado el alfajor español para hacerlo suyo. Este reconocimiento internacional reafirma el valor y la calidad del alfajor argentino, consolidándolo como un símbolo de la gastronomía del país. Y un favorito entre los amantes de las galletas en todo el mundo.