La cuenta que hace el ciudadano común es la siguiente, respecto de la venta de autos. Hace una semana necesitaba cambiar USD13.000 dólares para comprar un automóvil 0km de 10,5 millones de pesos. Actualmente, con el dólar libre en torno a los $1.000 puede gastar USD10.500 para comprar el mismo auto. Si bien los autos hoy están baratos en dólares blue, en los últimos tres meses subieron fuerte si se los mide en pesos. En octubre, en tanto, los nuevos ajustes son del orden del 12%-14%, según un relevamiento entre las distintas marcas.

Estamos siendo empujados por la terminal automotriz que nos abastece, porque ellos quieren seguir al tope del ranking. Pero lo voy manejando con cuidado, porque no me quiero descapitalizar y no sé cómo sigue esto después del 22 de octubre”, expresó el dueño de una conocida concesionaria. Hasta el momento, esa mayor cautela de los compradores se está reflejando en las cifras generales de venta.

Entre marzo y julio, los patentamientos no bajaban de 39.000 unidades y llegaron a un pico de 43.000 unidades en julio. Esa tendencia se desplomó a partir del ciclo electoral. En agosto las ventas bajaron a 37.000 patentamientos y en septiembre a 30.000. Para este mes, las concesionarias agrupadas en ACARA habían pronosticado una “recuperación” del mercado de unidades cero kilómetro. Sin embargo, por el momento la proyección indica un panorama totalmente distinto. Los números no llegarían ni 20.000 unidades.

Pagar hasta un 40% más

El tema de los sobreprecios, sin duda, permanece. En voz baja, algunos concesionarios dicen que hoy están asegurando su rentabilidad gracias a los modelos que están “topeados”. Es decir, aquellos cuyo precio de lista no puede subir para no caer dentro de la primera escala de los impuestos internos. Sin embargo, los compradores que se quieren llevar la unidad en días, terminan pagando 30% o 40% de sobreprecio. Si no quieren pagar esa suma extra, entran a una lista de espera de al menos dos meses, a pagar al precio en que la unidad termina siendo entregada.