La Cámara de Limones de Argentina alertó sobre la difícil situación que atraviesa el sector citrícola, que en los últimos seis años ha enfrentado una crisis sin precedentes. José Carbonell, presidente de la entidad, señaló que el impacto ha sido especialmente duro para los productores no integrados, lo que ha llevado al abandono de más de 10.000 hectáreas y la pérdida de entre 3.000 y 4.000 hectáreas adicionales, actualmente en estado de abandono.

«El limón viene de una crisis de seis años que ha afectado mucho, sobre todo a los productores más pequeños. Esto ha generado una mayor concentración de la producción en menos manos. En este período, más de 100 socios se han retirado de ACNOA«, explicó Carbonell.

Un escenario con señales de recuperación

A pesar del panorama adverso, el dirigente citrícola mencionó algunos factores que generan cierto optimismo en el sector. En primer lugar, la producción cayó un 15% respecto a la media de los últimos años, lo que podría favorecer una recuperación de los precios debido a una mayor demanda internacional.

Además, destacó el interés creciente por la fruta fresca en la Unión Europea y la reducción del stock acumulado, ya que el sector iniciará la nueva zafra sin excedentes de producción. «Este año, el sector llega prácticamente sin stock, lo que nos permite tener una mejor perspectiva», detalló Carbonell.

Otro factor clave es que en los últimos 20 años, la producción mundial de limón se duplicó, pasando de 4,5 millones de toneladas a 9 millones, pero la demanda no creció en la misma proporción. Este desajuste ha provocado la acumulación de excedentes en los últimos años, complicando la rentabilidad del sector. Con el inicio de la nueva campaña citrícola, Carbonell concluyó con una mirada más esperanzadora: «Estamos comenzando la zafra luego de estos días de lluvias y hay datos que nos permiten ser más optimistas».