El miércoles pasado, oficiales de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) apresaron a tres agentes penitenciarios que trabajaban en el penal de Catamarca. Los efectivos, que se desempeñaban en la localidad de Miraflores, están acusados de integrar una banda de narcotraficantes, que vendía drogas a los reos.

Los primeros aprehendidos fueron tres guardiacárceles. La Justicia Federal ordenó la medida. La acusación también apunta a internos y otros civiles. De acuerdo a la información a la que se pudo acceder, para las últimas horas del miércoles, ya eran once las personas que privadas de la libertad e investigadas.

Según los primeros datos, se habrían registrado comunicaciones entre algunos internos y los trabajadores del Penal, por estupefacientes. En agosto, tras una investigación que inició el año pasado, finalmente se logró desarticular «La Banda de Los Camellos J”. Trasladaban droga desde Tucumán a Catamarca, para ser introducida y comercializada en el Penal.

La causa que inició con información de carácter reservado, daba cuenta que una pareja ingería cápsulas con sustancias, trasladándolas desde Tucumán. Una vez en la vecina provincia, expulsaban las mismas, para que un interno del Servicio Penitenciario, con beneficio de salida, haga lo propio y las introduzca al Penal.

El último 1 de agosto se procedió a la detención de una pareja en un operativo realizado en el puesto caminero del Portezuelo. Se logró secuestrar un profiláctico, que contenía en su interior 11 envoltorios de nylon con 91 gramos de marihuana, dos teléfonos, pastillas, dos balanzas y la suma de 78 mil pesos, entre otros elementos.