A partir del 1 de octubre de 2024, entró en vigencia el último ajuste del 15,9% en el salario mínimo, vital y móvil, fijado por el Gobierno a fines de julio. La actualización representa un incremento del 1,3% respecto al monto establecido para septiembre. Tras la falta de acuerdo en el Consejo del Salario en el mes de julio, el Ejecutivo Nacional determinó incrementos escalonados para los meses de julio a octubre.

Ahora, el salario mínimo para trabajadores mensualizados con jornada completa es de $271.571,22, mientras que para los jornalizados equivale a $1.357,86 por hora. En términos reales, el salario acumula una caída del 30,49% en comparación con octubre de 2023 y del 29,10% sobre noviembre del año pasado, debido al impacto de la inflación.

El salario mínimo, vital y móvil (SMVM) se encuentra establecido por ley y representa el ingreso mínimo que debe percibir un trabajador por su jornada laboral completa. Impacta no solo a los empleados formales, sino también a los informales y es un parámetro para definir prestaciones sociales. Se trata de la remuneración mínima que debe percibir un trabajador por su jornada laboral completa, independientemente de su categoría o modalidad de contratación. El carácter “vital” del salario mínimo hace referencia a la cobertura de necesidades básicas. Por su parte, el término “móvil” implica que su valor debe ajustarse periódicamente para preservar el poder adquisitivo frente a las variaciones de precios.

El esquema de actualización se realizó en base a la Canasta Básica Total (CBT). El indicador del INDEC resulta clave para medir el costo de vida. Este representa el conjunto de bienes y servicios que requiere una familia tipo para satisfacer sus necesidades básicas. Según los últimos datos publicados, en agosto de 2024 el valor de la Canasta Básica Total para un adulto fue de $118.926,32 a nivel nacional. Este monto implicó un incremento del 4,4% respecto al mes anterior. Esta incluye una Canasta Básica Alimentaria (CBA) y una estimación de los gastos en indumentaria, transporte, educación, salud, vivienda, entre otros rubros considerados esenciales. La misma registró en agosto una suba del 230,1% como impacto de la inflación, trayendo fuerte impacto al índice de pobreza.