Un reciente estudio sobre alimentos ultraprocesados reveló que su consumo puede aumentar el riesgo de problemas cardíacos, luego de analizar datos recolectados durante 30 años. Este tipo de investigaciones sigue actualizando las recomendaciones sobre lo que es saludable, lo que muchas veces genera confusión entre la población. Las guías nutricionales, por lo tanto, evolucionan en función de la nueva evidencia científica, señala Silvio Schraier, especialista en nutrición.

Schraier destaca que los cambios en las pautas alimentarias no son aleatorios, sino producto del progreso científico. «Lo que fue válido ayer, no necesariamente lo sigue siendo hoy», comentó, enfatizando la necesidad de verificar la fuente de información antes de adoptar cualquier nueva recomendación. Subraya la importancia de no confiar en titulares aislados o consejos virales sin respaldo científico.

El especialista también advierte sobre la proliferación de consejos contradictorios y recomienda que los consumidores se aseguren de consultar sitios confiables o publicaciones científicas. Además, sugiere que la nutrición es un todo, y eliminar un alimento de la dieta sin un adecuado reemplazo puede generar desequilibrios nutricionales. «Si eliminas un alimento, debes ser consciente de qué lo va a sustituir», explica.

Uno de los problemas más comunes al seguir dietas restrictivas, como el vegetarianismo o veganismo, es la falta de atención a los nutrientes que quedan fuera. Schraier indica que, mientras más restrictiva sea una dieta, mayor cuidado se debe tener en cubrir las necesidades nutricionales. La clave, según el experto, es mantener una alimentación variada y balanceada, respetando las elecciones personales, pero con asesoramiento adecuado.

En cuanto al papel de los alimentos ultraprocesados, Schraier alerta sobre su impacto negativo, ya que pueden desplazar alimentos más nutritivos en la dieta. «Los alimentos procesados, en general, deben limitarse lo más posible», comenta. En sintonía con la tendencia actual de fomentar una alimentación basada en productos frescos y naturales.

Para finalizar, Schraier hace un llamado a la responsabilidad individual, subrayando que, así como los periodistas verifican sus fuentes antes de publicar una noticia, las personas también deben chequear la veracidad de la información nutricional que consumen, para no caer en tendencias mal fundamentadas.