El consumo de carne, especialmente la roja y procesada, ha sido vinculado con un incremento significativo en el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Así lo indica un reciente estudio de la Universidad de Cambridge. Este análisis, que abarcó datos de casi dos millones de personas, proporciona la evidencia más completa hasta la fecha sobre esta asociación. Respaldando las recomendaciones de limitar el consumo de estos tipos de carne para reducir la incidencia de la enfermedad.

Diabetes tipo 2 y su relación con la carne

La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que ocurre cuando el cuerpo no utiliza eficientemente la insulina. Una hormona esencial para regular los niveles de glucosa en la sangre. La falta de control de la glucosa puede provocar hiperglucemia, lo que, a largo plazo, causa daños graves en órganos y sistemas del cuerpo. Especialmente, en los nervios y vasos sanguíneos.

El estudio dirigido por la profesora Nita Forouhi, de la Unidad de Epidemiología del Consejo de Investigación Médica (MRC) de la Universidad de Cambridge, destaca que tanto la carne roja como la procesada están asociadas con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Forouhi subrayó la importancia de estos hallazgos, afirmando que «nuestra investigación proporciona la evidencia más completa hasta la fecha de una asociación entre el consumo de carne procesada y carne roja sin procesar y un mayor riesgo futuro de diabetes tipo 2».

El contexto global del consumo de carne

El aumento en la producción y consumo de carne a nivel mundial ha superado con frecuencia las pautas alimentarias recomendadas de salud. Lo que podría estar contribuyendo al aumento de la incidencia de diabetes tipo 2. El profesor Nick Wareham, director de la Unidad de Epidemiología del MRC, señaló la importancia de estudios como este para identificar los factores de riesgo de obesidad y diabetes en diversas poblaciones globales. Wareham enfatizó que la investigación incluyó estudios adicionales en regiones como Oriente Medio, América Latina y el sur de Asia. Áreas que suelen estar subrepresentadas en los análisis tradicionales.