Menos días faltan para las elecciones, más se perciben en las góndolas los problemas de desabastecimiento. Alimentos, productos de limpieza y tocador que ya se venían observando, tímidamente, en los últimos meses. Confluyen dos factores que hacen eclosión. Por un lado, la oferta es limitada porque los proveedores tienen control de precios en las grandes cadenas. Y no están dispuestos a vender más que el volumen del año pasado. Por otro, la demanda en este canal creció muy fuerte por el diferencial de precios que existe con el canal tradicional (los autoservicios y almacenes). Y, en los últimos días, por la necesidad del consumidor de comprar hoy lo que mañana será más caro.

La situación es dispar y no sucede lo mismo en todas las cadenas y sucursales. Lo que sí está claro es que se notan mucho más los faltantes en las góndolas de los grandes supermercados, que en los comercios de proximidad. Donde los proveedores no tienen restricción de precios y cuentan con mejores formas de pago. Claro que las cadenas intentan que no se note. Tapan los huecos como pueden y, en muchos casos, desaparecieron las promociones con el objetivo de desalentar la venta en exceso.

Aunque preocupado por la foto de las góndolas vacías antes los comicios, el Gobierno intentó llevar tranquilidad. Expresaron esta semana a supermercados y mayoristas que no habrá devaluación el día después. El secretario de Comercio, Matías Tombolini, se reunió vía zoom con los referentes de las cadenas asociadas a ASU y con los miembros de la Cámara de Mayoristas (CADAM) el martes y el objetivo fue tomar conocimiento de cómo estaba la situación.

Suba de precios

En este contexto de escasez, los supermercados comenzaron a limitar la venta de algunos productos. “Empezamos a limitar la Coca, el aceite de girasol, ya que algunos querían llevarse de a pallets. Son revendedores, están líquidos y quieren comprar mercadería”, dijo a este medio el dueño de un mayorista. 

Lo que relatan los supermercadistas, y confirman las empresas en voz baja, es que el techo de aumento del 5% mensual que les impuso el Gobierno, hace inviable cumplir con los pedidos que realizan las cadenas, que en muchos casos duplica los volúmenes del año pasado. Los proveedores argumentan que están entregando lo mismo que el mismo mes de 2022, aún en un contexto de atrasos de precios que alcanzan el 40% en algunos casos.

Después de las elecciones se avizora un aumento generalizado de los precios. Dependiendo de cuál sea el resultado el domingo, se prevén distintos escenarios, pero en limpieza y perfumería ya se habla de aumentos muy grandes, de unos 40 puntos”, sostuvo, por su parte, Santiago Tarquino, dueño del mayorista cordobés Tadicor.