La tercera parte del informe «Creencias Sociales 2024«, elaborado por el Observatorio PULSAR de la Universidad de Buenos Aires, fue presentada esta semana. El estudio indagó sobre las percepciones de los argentinos respecto al gasto del Estado, la disposición a recortar en ciertas áreas, y las preferencias en cuanto a quién debería generar empleo, el Estado o el sector privado, entre otros temas.

«Esta es la segunda edición de este informe. El año pasado comenzamos midiendo aspectos relacionados con la economía, el rol del Estado y los derechos individuales. En esta ocasión, quisimos profundizar en la política, explorar en qué creen los argentinos, qué valores sostienen y cuál es su ideología. No solo en términos políticos, sino en torno a sus ideas en general», explicó Máximo Reina, consultor político e investigador de PULSAR de la UBA.

Al hablar de los resultados, Reina señaló que una gran parte de las tendencias capturadas el año pasado se mantienen. Lo cual considera un hallazgo «importante» porque «rompe con una tendencia histórica de 25 años». Desde finales del menemismo, la sociedad argentina había preferido un Estado que ofreciera la mayoría de los servicios. Esta tendencia se mantuvo hasta el 2022. «Lo que capturamos en 2023 es que esos ejes han cambiado. Por primera vez en 25 años, la sociedad argentina muestra una inclinación más fuerte hacia lo privado en detrimento del Estado«.

Detalles del informe

Reina explicó que actualmente los argentinos prefieren el empleo en el sector privado sobre el público, y tienden a confiar más en las empresas privadas como generadoras de riqueza en el país. «En los últimos tres años, surgieron señales que han transformado la perspectiva de los argentinos en relación al gasto público», agregó. Según las respuestas del informe, los encuestados desean un Estado que gaste menos, orientando los recortes hacia planes sociales, políticas y empleo estatal, mientras que prefieren preservar áreas como ciencia, tecnología, salud y educación.

El investigador también destacó que las empresas privadas son vistas como un espacio donde se puede ganar más y donde los esfuerzos son más reconocidos. Aunque con la preocupación de que «un recorte o problema económico puede derivar en despidos». Por otro lado, trabajar para el Estado se percibe como menos remunerado. Más estable y con un reconocimiento más político que basado en la capacidad. «Este conjunto de características ha llevado a que el 50% de la sociedad argentina confíe más en una empresa privada que en una pública, con una diferencia de 50% contra 38%», concluyó Reina.