El vínculo entre los humanos y los perros es milenario. Para muchos, los canes son miembros de la familia y se les demuestra cariño mediante caricias, palabras afectuosas y, frecuentemente, abrazos. Sin embargo, investigaciones recientes han revelado que, aunque los abrazos son una expresión de amor para las personas, pueden generar estrés y ansiedad en los perros. Un equipo internacional de investigadores, liderado por Elizabeth Ann Walsh, del Cork Pet Behaviour Centre, en Irlanda, profundizó en este tema y descubrió sorprendentes hallazgos sobre cómo los perros reaccionan a este tipo de contacto físico.

La investigación más reciente de Walsh y su equipo se basó en el análisis de videos donde personas abrazan a sus perros. Este enfoque permitió observar una amplia gama de comportamientos caninos difíciles de detectar en imágenes estáticas, como parpadeos, jadeos y amagos de mordida. Se examinaron 80 videos populares en redes sociales, y los resultados fueron reveladores.

Estudios demuestran que muchos perros detestan los abrazos

Los hallazgos indican que el 68,25% de los perros evitaban el contacto visual y giraban la cabeza durante los abrazos. Un 43,75% se lamían los labios o la nariz; el 81,25% parpadeaba con frecuencia; el 60% bajaba las orejas, y un 42,5% jadeaba, todos signos de estrés. Además, lo más preocupante es que en el 67,5% de los videos, los perros mostraban comportamientos de mordida o mordisqueo. Estos datos evidencian que, contrariamente a lo que se podría pensar, la mayoría de los perros no se sienten cómodos con este gesto.

Esta investigación se suma a estudios anteriores, como uno realizado en 2016 que se centró en fotografías de perros siendo abrazados. Donde se identificó que el 81,6% de los canes mostraban signos de estrés y solo un 7,6% parecían estar cómodos. Expertos como Caroline Kisko, del Kennel Club y Claire Matthews, de la organización Battersea Dogs and Cats Home señalan que estos resultados indican la necesidad de que los dueños sean más conscientes de las señales sutiles de incomodidad que pueden pasar desapercibidas al abrazar a sus mascotas. Kisko explicó: «Los perros suelen considerarse parte de la familia. Sin embargo, no son humanos y, por lo tanto, pueden reaccionar de forma diferente a ciertas interacciones, como los abrazos».

Formas adecuadas de demostrar afecto a tu perro

Es esencial entender que los perros no expresan ni perciben el afecto de la misma manera que los humanos. Matthews señaló: «Un abrazo puede ser un saludo social normal para los humanos, pero no lo es para un perro. Las señales sutiles de estrés pueden pasar inadvertidas cuando se abraza a la mascota, y esto podría provocar una reacción negativa. Se trata de reconocer cuándo tu perro está incómodo».

En lugar de abrazos, existen otras maneras más apropiadas de mostrar afecto y fortalecer el vínculo con tu perro:

  • Caricias suaves: acariciar suavemente la espalda, el pecho o el cuello del perro puede ser reconfortante para él, siempre y cuando se observe que está relajado y disfrutando de la interacción.
  • Juegos interactivos: participar en actividades como lanzar la pelota, jugar al tira y afloja o cualquier juego que le guste al perro es una forma segura y positiva de compartir tiempo juntos y demostrarle cariño.
  • Recompensas con golosinas: ofrecer premios comestibles es una manera efectiva de reforzar el vínculo y premiar su buen comportamiento. Además, de hacerle saber que es importante para su dueño.

Comprender las señales de calma y los comportamientos naturales del perro puede mejorar significativamente su bienestar y la calidad de la interacción entre el dueño y su mascota. Prestar atención a su lenguaje corporal y respetar sus preferencias es clave para mantener una relación saludable, armoniosa y afectuosa.