Ante la postergación de la igualación del precio internacional las petroleras esperan subas moderadas
La necesidad imperante de equilibrio fiscal tras la caída de la Ley de Bases, sumada a la disminución del poder adquisitivo, podría cambiar el panorama respecto al precio de los combustibles en Argentina. Un aumento significativo se dio desde la victoria de Javier Milei. El cual llevó los precios a niveles tres veces superiores a la inflación. Ante esto, el sector petrolero anticipa una moderación en los próximos meses. Esta previsión se basa en la posible postergación de la paridad del precio de venta local respecto al internacional.
El triunfo electoral de Milei desencadenó una aceleración en el aumento de los combustibles, buscando recuperar el rezago de precios establecidos durante los acuerdos con el gobierno de Alberto Fernández. Desde finales de noviembre, la nafta y el gasoil han experimentado un incremento del 160%. Sin embargo, el último aumento, aplicado el 1 de febrero, fue diferente, vinculado al descongelamiento de impuestos por parte del gobierno. Específicamente, el impuesto al dióxido de carbono y los combustibles líquidos.
En paralelo, la Secretaría de Energía prometió a las petroleras impulsar la paridad de exportación, equiparando el mercado local. No obstante, debido a cambios en el escenario macroeconómico, esta medida se pospondrá temporalmente. La necesidad de cumplir con el déficit cero ha llevado al gobierno a cambiar de prioridades. En consecuencia, una mayor recaudación fiscal en lugar de una mayor rentabilidad.
El impacto de esta decisión es considerable, ya que los impuestos al dióxido de carbono y a los combustibles líquidos han representado, en promedio, alrededor del 1% del PBI en las últimas décadas. Se espera que las petroleras moderen la subida de otros componentes del precio final para evitar un mayor impacto inflacionario. Esta estrategia busca mantener una subida cercana al 8% mensual en los precios de los combustibles.