Desde hace un buen tiempo, los consumidores deben enfrentar la realidad de que, cuando hacen sus compras, deberán acomodarse a lo que haya disponible. Los faltantes de azúcar, manteca, aceite o arroz ya son una constante, pero también se extiende a otras en momentos determinados. Y, si bien siempre suele haber alguna opción, la variedad de marcas es notoriamente acotada.

La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), realiza el relevamiento mensual sobre la evolución de las ventas minoristas. Al respecto, la entidad planteó que los comerciantes de todo el país reportaron faltantes. Específicamente de azúcar, aceite, arroz, variedades de fideos, quesos y fiambres, entre otros productos. La escasez más importante se da en el azúcar y se debe al clima. La zafra se retrasó por la falta de lluvias y el stock del año pasado no alcanza para abastecer. El poco producto que hay disponible se comercializa con cupos y, en muchos casos, con aumentos de precios. Se espera que la situación se normalice a fines de este mes.

Ha habido, en algunos momentos, faltantes en algunas marcas, pero no el producto en sí. La más notoria fue el azúcar, por el poco stock con el que llegó la nueva zafra, producto de la sequía”, comentó Rubén David, gerente mayorista de un supermercado. En este sentido, David explicó que a esta problemática se sumó que el azucar no venía teniendo un precio demasiado competitivo. Por lo que varios productores se habían inclinado por otros cultivos, como los cereales.

Caída en el consumo

Con las crisis, las familias tienden a orientar sus consumos hacia los productos esenciales, como alimentos. Sin embargo, incluso este rubro viene teniendo una caída de consumo. CAME presentó su análisis de la evolución de las ventas minoristas de junio, que muestran una caída del 3,6% interanual. En lo que se refiere específicamente a alimentos y bebidas, el retroceso interanual alcanza el 4,1%. Mientras que la merma acumulada en el primer semestre del año, en comparación con los seis primeros del pasado, es de 1,4%.

En el quinto mes de 2023, la suba de este rubro estuvo un par de puntos por debajo del IPC general: 5,8% versus 7,8%. El aumento acumulado en el precio de alimentos y bebidas en lo que va del año es de 49,4%. Pero se trata de un promedio y los consumidores pueden notar que el incremento es bastante superior. Mientras que, en otros, en particular los incluidos en el programa Precios Justos, puede ser inferior.