El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, anunció cambios en la ley de propiedad intelectual. Específicamente, una eximición a hoteles, alojamientos turísticos y salones de fiesta de pagar a la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC) por la reproducción de música en sus espacios. Esta medida fue bien recibida por los propietarios de salones, pero generó controversia en la opinión pública.

Guillermo Ocampo, titular de la entidad, enfatizó que «el derecho de autor no es un impuesto«. Explicó que pagar por la música en eventos públicos es un reconocimiento al dueño de la obra, protegido por el artículo 17 de la CN. Aclaró que, aunque el decreto libera de pagos en ciertos casos, cuando la música se utiliza en un contexto público, como en una fiesta, se mantiene la obligación de abonar derechos de autor.

Ocampo criticó la medida del Gobierno, calificándola de «avanzada sobre el derecho de autores y compositores» y advirtió que podría rozar la inconstitucionalidad. Aclaró, además, que la desregulación no aplica a los salones de fiesta. Y es que estos obtienen un beneficio económico al usar obras musicales, lo que los obliga a remunerar equitativamente a los autores, según el decreto.

La confusión generada por la publicación llevó a SADAIC a reiterar que el uso de música en eventos lucrativos sigue sujeto al pago de derechos. Independientemente, de las nuevas disposiciones.