El interventor del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), Darío Arrué, alertó sobre el panorama energético que enfrentará Argentina durante el verano, cuando las temperaturas alcancen sus niveles más altos. En una entrevista con Urbana Play, Arrué destacó que el sistema eléctrico está en una situación crítica. Específicamente, debido a la falta de inversión en generación, transporte y distribución de energía. Estas declaraciones refuerzan la preocupación generalizada en el Gobierno, especialmente tras los comentarios del secretario coordinador de Economía, Daniel González, quien anticipó un verano complicado.

Arrué subrayó que la problemática no es únicamente estacional, sino estructural. «El verano que viene será complicado porque el sistema está subinvertido», afirmó. Advirtiendo que la falta de instalaciones adecuadas en los tres segmentos del sistema energético podría ocasionar interrupciones en el suministro eléctrico. Si bien aún no se han programado cortes, el funcionario destacó que las elevadas temperaturas previstas para fines de febrero y principios de marzo incrementarán la demanda de energía en momentos críticos.

El déficit en la generación de energía es especialmente preocupante en el área metropolitana, donde se combinan problemas de transporte y distribución. Según Arrué, la falta de mejoras en la infraestructura energética durante los últimos años ha dejado el sistema en un estado vulnerable. Además de agravarse por el desgaste de las instalaciones. Aunque las autoridades trabajan para mitigar los posibles cortes, el funcionario fue cauto al respecto, señalando que es difícil prever la magnitud exacta de las interrupciones.

Para enfrentar la situación, el ENRE y las distribuidoras eléctricas están evaluando medidas paliativas, aunque su implementación no será sencilla. Entre las soluciones propuestas se incluyen iniciativas como la instalación de bancos de capacitores en edificios para mejorar la eficiencia energética. Aunque estas medidas solo beneficiarán a una parte de la población. Los usuarios residenciales en el área metropolitana seguirán expuestos a posibles cortes durante los picos de demanda.