El Ministerio de Economía presentó su programa económico el 12 de diciembre. Las medidas se encontraban enfocadas en modificaciones estructurales, para revertir “la inestabilidad y estancamiento en la economía argentina”. Sin embargo, todavía se desconocían los detalles finos del mismo. Según el BCRA, a cargo de Santiago Bausili, se busca también eliminar regulaciones, trabas burocráticas y corregir precios relativos. Especialmente, del tipo de cambio, “para restaurar el equilibrio externo”.

Según el informe del Central, para reestructurar el acceso al MLC en las importaciones de bienes y servicios, “se simplificaron los sistemas de pago. Eliminando requisitos de autorización y certificados, con plazos de pago diferenciados según la naturaleza de los bienes”. Además, se lanzaron bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (BOPREAL) como una solución para las deudas comerciales acumuladas por importadores. Aunque, cabe destacar, que estos no han tenido mucha llegada e inclusive hay dudas sobre su acogida.

En el ámbito monetario, “el Banco Central modificó su política: dejó de licitar LELIQ y ahora utiliza pases pasivos como principal instrumento de absorción monetaria, fijando la tasa de interés en un 100% anual. Asimismo, se introdujeron medidas para incentivar el mercado de créditos y se mantendrá un monitoreo constante de la inflación y las condiciones de liquidez”, añade. Por último, recuerda que la intención del gobierno es “restablecer el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Para mejorar las condiciones de financiamiento y despejar la incertidumbre sobre los desembolsos”.

El documento cierra enfatizando que la estabilidad macroeconómica “será fundamental para restaurar la oferta de crédito genuino al sector privado y generar un entorno propicio para la inversión y el empleo”. El Banco Central se compromete a seguir actualizando regulaciones financieras, monitoreando la solvencia de las entidades y promoviendo la inclusión financiera y modernización de los medios de pago