El Banco Central (BCRA) ha vuelto a reducir los plazos de pago para autos importados por tercera vez en tres meses, bajando de 180 a 60 días el tiempo necesario para pagar las importaciones. Esta medida podría tener un impacto significativo en el precio de los autos, ya que se espera que aumente la oferta en el mercado argentino. Especialmente, desde países con acuerdos de comercio que eliminan los aranceles de importación. Esta medida beneficiará tanto a las terminales locales que también importan, como a los importadores netos.

Durante los últimos años, el sector automotriz argentino enfrentó grandes desafíos debido a las restricciones impuestas por la falta de dólares en el BCRA y la elevada deuda en el exterior. La situación llegó a tal punto que incluso algunas empresas no pudieron usar dólares propios para sus operaciones. Con la llegada del nuevo gobierno de Javier Milei, se eliminaron las SIRA, autorizaciones discrecionales de importación, y se reemplazaron por el SEDI. Un sistema que permite registrar las importaciones sin limitar las operaciones.

Esta flexibilización de los plazos de pago permitirá a los importadores y fabricantes locales acceder más rápidamente al mercado cambiario para cancelar sus importaciones. Lo que podría traducirse en una mayor cantidad de vehículos disponibles en el país. Esto, a su vez, debería generar una baja en los precios, ya que la oferta aumentará.

Hugo Belcastro, presidente de CIDOA, la cámara de importadores de autos en Argentina, calificó esta medida como positiva. Y afirmó que beneficiará al consumidor al mejorar la oferta y estabilizar los precios. También destacó que reducir los plazos a 60 días acerca a Argentina al promedio internacional de 45 días. Para finalizar, expresó su esperanza de que en el futuro los pagos puedan negociarse directamente entre privados, sin necesidad de plazos fijos impuestos por el gobierno.