El vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció que el Gobierno está considerando recortar rutas nacionales de Aerolíneas Argentinas. Específicamente, en aquellas provincias donde las operaciones no resulten rentables. Esta medida se enmarca en un esfuerzo por reducir las pérdidas de la empresa estatal.

Adorni respondió a preguntas sobre el futuro de Aerolíneas Argentinas después de que la compañía fuera retirada de la lista de empresas privatizables durante las negociaciones de la Ley Bases. «Ya se ha hecho mucho trabajo en Aerolíneas en estos seis meses. Y se seguirá haciendo en virtud de eliminar todo aquello que le genere pérdidas a la compañía. No buscamos aislar a nadie«, afirmó. También señaló que las decisiones sobre las operaciones de la empresa están en manos del presidente de la aerolínea, Fabián Lombardo.

Fuentes de Aerolíneas Argentinas explicaron que no existe una política generalizada de ajuste de rutas. Sin embargo, durante la temporada baja, la compañía reduce las frecuencias de vuelos en respuesta a la disminución de la demanda. Una práctica que se aplica a lo largo del año en todas las rutas. Además, la empresa planea ofrecer a partir de julio un total de 1.114.000 plazas en vuelos de cabotaje, superando ligeramente la oferta del mismo mes del año pasado. En cuanto a la red internacional y las principales rutas regionales, se esperan más de 180 mil pasajeros. Lo que representa un incremento del 15% respecto al año pasado.

Adorni mencionó la posibilidad de un recorte de determinadas rutas debido a la baja rentabilidad. «Claramente, el camino es que Aerolíneas Argentinas, mientras siga estando en manos del Estado, cada vez pierda menos dinero. Más allá de eso, lo cierto es que eso va a ocurrir con todas las empresas que estén en manos del Estado y que no se privaticen«, sostuvo. El vocero destacó que la privatización no busca eliminar las empresas, sino salvarlas, ya que muchas solo pueden continuar operando con el aporte de capitales privados. En un país empobrecido como Argentina, argumentó, no es viable sostener el déficit de las empresas estatales.