Las divisiones marcadas por los límites geográficos de los países cada vez se notan menos en el mundo del deporte y del fútbol. Un ejemplo de esto se da con el sobresaliente dato que indica que, en el Mundial de Qatar, serán 137 futbolistas los que participarán de la competencia representando a selecciones que no son la del país de su nacimiento.

La Copa del Mundo será disputada por 832 jugadores en total. Por lo tanto, los 137 mencionados representan el 16,4%; es decir, uno de cada seis futbolistas juega en una selección «extranjera». El número es llamativo, y quizás más notorio si se subraya que de los 32 seleccionados, 28 contarán con al menos un futbolista nacido fuera del país.

Marruecos es el que más recurrió a esa posibilidad, con 14 “extranjeros” entre sus 26 integrantes. También se destacan Túnez y Senegal que contarán con 12  jugadores nacidos en otro país, la mayoría de origen francés. Las excepciones las marcan Argentina, Brasil, Corea del Sur y Arabia Saudita, quienes competirán con un plantel de 26 futbolistas «nativos».

Del total de 137, solamente 3 jugadores son nacidos en Argentina: Hernán Galíndez, oriundo de Rosario, representa a Ecuador; Fernando Muslera es porteño y un referente histórico de Uruguay y Rogelio Funes Mori , mendocino, que jugará para México. Este último es quizás el más llamativo, no solo porque será rival de Argentina en el grupo, sino también porque el delantero jugó para la Selección en un amistoso (Superclásico de las Américas, en 2012).