Hace diez años atrás, Adrián Martínez, actual delantero de Racing Club, tenía 21 años y vivía una vida normal, sin flashes ni luces, casi anónima, trabajando como recolector de basura. Pero todo comenzó a cambiar, a oscurecerse en su historia, cuando en ese tiempo un accidente en motocicleta le dejó muy comprometida una mano (se le cortaron varios vasos sanguíneos) y le provocó perder su trabajo, teniendo una familia que mantener.

Y las sombras no solo no se alejaban de la vida de «Maravilla» (como es apodado hoy en día gracias a su capacidad goleadora y en referencia al ex campeón mundial de boxeo Sergio Martínez), sino que se iban a poner más intensas, más tenebrosas. Pues, su momento más difícil llegó cuando fue acusado, junto a familiares suyos, de ingresar e incendiar la casa de los agresores que le habían pegado tres tiros a su hermano. Él negó esa acusación y afirmó que fueron otros vecinos del barrio, pero durante la investigación judicial estuvo preso siete meses en la Unidad 21 de Campana. Una vez que terminó el proceso de relevo de pruebas y al no poder vincularlo con el hecho del que se lo acusó, Martínez recuperó la libertad.

Las vueltas del destino son indescifrables y semanas después de volver a ser libre un amigo suyo le sugirió que se presentara a una prueba en Defensores Unidos de Zárate, el CADU, que en ese momento militaba en la Primera C. Era el inicio de 2015 y el sol comenzó a brillar, de verdad, en los días de un Adrián Martínez que ya tenía 23 años. «Hice goles en un par de amistosos contra equipos de la Primera B Metropolitana y de la C y quedé. Como el club no me iba a pagar un sueldo, sólo viáticos, mi amigo me daba una mano en lo económico», contó en una entrevista el año pasado.

Con la camiseta del equipo zarateño metió 34 tantos en 73 encuentros y se puso en el radar de importantes clubes del Ascenso. Así fue que Martínez ascendió de categoría y arribó en Atlanta, que disputaba la Primera B Metropolitana. Su paso por el «Bohemio» fue bueno, pero fue en Paraguay donde «Maravilla» catapultó definitivamente su carrera futbolística, con pasos por Sol de América, Libertad y Cerro Porteño. Luego, incluso, llegó a jugar en Brasil, a préstamo en Curitiba, pero allí la pólvora pareció haberse mojado para el goleador.

Sin embargo, una vez más, el ángel del gol que parece acompañar a Martínez le permitió «olfatear» una mejor oportunidad en otra área, en la de Instituto de Córdoba, que militaba en la Primera Nacional 2022. En la «Gloria» recuperó su poder de fuego y se convirtió en una de las figuras del ascenso a Primera y de la permanencia en la máxima categoría durante la temporada pasada. Los 18 goles en 41 partidos a lo largo del 2023 despertaron el interés de varios clubes, entre ellos alguno de Arabia Saudita, Independiente y Racing Club.

Como es sabido, Adrián «Maravilla» Martínez eligió el lado celeste y blanco de Avellaneda y se sumó al proyecto que encabeza el DT Gustavo Costas. Luego de unos primeros partidos apagados donde, como el mismo declaró, «ni siquiera pude errar, porque no puede patear al arco», el nuevo «9» de la «Academia» comenzó a reencontrarse con las luces del sueño, de su sueño: el gol. Y lo hizo de la mejor manera posible, llevándose la pelota para el recuerdo. Y es que anoche, por la cuarta fecha de la Copa de la Liga Profesional de Fútbol, Racing goleó 4-1 a San Lorenzo de Almagro y Martínez aportó un hack trick, los tres primeros goles de su equipo en el cotejo, a los 21, 41 y 72 minutos de juego.