Tras diferentes pruebas exitosas y la aprobación del Comité Ejecutivo de la federación internacional, nuevas reglas parecen afirmarse para el futuro cercano en el universo de la ovalada. La World Rugby, la entidad que regula ese deporte a nivel mundial, asegura que los cambios que ha propuesto, que se están probando en varias competiciones internacionales y nacionales (incluyendo el WXV, Pacific Nations Cup y el Rugby Championship), están diseñados para mejorar la experiencia de ver y jugar rugby, ya que promueven un juego más rápido, reducen las interrupciones y respaldan un arbitraje de partidos más preciso y consistente.

Las reglas recomendadas por la World Rugby para ser propuestas a nivel global son, básicamente, seis. La primera, la reducción en el tiempo para patear una conversión de try, limitando los intentos a un máximo de 60 segundos; alineándose con los intentos de penales a los postes, acelerando el ritmo del partido. La segunda, un límite de 30 segundos para scrums y lineouts; deberán formarse dentro de ese breve período de tiempo, gestionado por el referee. La tercera, la posibilidad de que los jugadores puedan pedir mark dentro de sus 22 metros desde un reinicio, alentando a que se disputen más reinicios. La cuarta, una sola detención para el maul; pues, el balón debe jugarse después de una detención del maul, mejorando el flujo del partido. La quinta, que el juego continúe en un lineout que no haya sido disputado aún si el balón no es lanzado derecho, reduciendo paradas innecesarias. La sexta y última, una protección para el medio scrum de cada equipo en scrums, rucks y mauls, alentando un juego más fluido.

Con las pruebas desarrollándose alrededor del mundo, el Consejo Ejecutivo de World Rugby respaldó el programa propuesto, observando una aprobación generalizada por parte de jugadores, entrenadores, árbitros y fanáticos. Así como también estadísticas que sugieren firmemente un impacto positivo alineado con los objetivos que se habían  planteado en un principio.

De hecho, World Rugby asegura que entre los resultados principales que han podido constatar se incluyen:

• Aumento del tiempo de balón en juego: aumentó en más de dos minutos y 30 segundos, alcanzando más de 33 minutos por partido.

• Reducción del tiempo total de un partido: se redujo entre tres y cinco minutos debido a menos interrupciones.

• Mayor capacidad de disputa en los reinicios: un aumento del 45% en los reinicios disputables.

• Mauls más dinámicos: un aumento del 10% en la velocidad de la salida del balón, con mauls recortados en tres segundos.

• Menos infracciones en el line-out: el juego a partir de lanzamientos torcidos condujo a un mayor éxito en el line-out y en la capacidad de disputa.

• Formaciones y kicks más rápidos: disminuyeron los tiempos de preparación del scrum y del line-out, y las conversiones son 15 segundos más rápidas.

El próximo paso será enviar las pruebas para consulta a las uniones y regiones, antes de la reunión del Consejo de World Rugby, el próximo 14 de noviembre. «Este es otro paso importante dentro del programa Shape of the Game. Como conjunto de reglas, estas pruebas demuestran nuestro compromiso por hacer que el rugby sea lo más agradable posible para las audiencias, manteniendo al mismo tiempo su integridad y naturaleza competitiva. Los resultados positivos de las pruebas refuerzan nuestro convencimiento de que estos ajustes traerán beneficios duraderos tanto para jugadores como para fanáticos«, afirmó Bill Beaumont, Presidente de World Rugby.