La dieta de 9 mil calorías diarias de un ciclista para participar en el Tour de Francia 2024
El Tour de Francia, una de las competencias más exigentes del ciclismo mundial, no solo pone a prueba la resistencia física de los atletas, sino también su capacidad para mantener una dieta estricta que les permita soportar el desgaste de recorrer más de 3.300 kilómetros en tres semanas. En esta edición, el ciclista belga Victor Campenaerts, ganador de la etapa 18, reveló los secretos de su dieta de 9.000 calorías diarias, diseñada para maximizar su rendimiento.
El día comienza con un desayuno cargado de energía, compuesto por avena o cereales, jarabe de agave, frutos secos y plátano. Según Campenaerts, evitar la lactosa es clave para evitar problemas digestivos. “El café fuerte es esencial, no solo mejora la resistencia, sino que también actúa como un estimulante rápido”, explicó en una entrevista con el diario británico The Sun.
Alimentación durante la carrera
A lo largo de las etapas, los ciclistas consumen entre 140 y 150 gramos de carbohidratos por hora, distribuidos en geles energéticos, bebidas isotónicas y suplementos especialmente diseñados para ser ingeridos en movimiento. La alimentación sólida, como barras energéticas o frutas, ha sido reemplazada casi por completo debido a las dificultades para consumirlas mientras pedalean.
“Es fundamental no descuidar la ingesta energética durante una carrera que dura tres semanas”, destacó Campenaerts, quien aseguró que este equilibrio es vital para mantener el rendimiento durante las etapas más exigentes.
Recuperación post competencia
La recuperación comienza inmediatamente después de cruzar la meta con un batido de proteínas y arroz blanco. La cena, cuidadosamente planificada, varía según las demandas de la etapa siguiente. “Aunque consumo grandes cantidades de alimentos durante el día, muchas veces no necesito excederme en la cena porque ya he cubierto mis necesidades durante la carrera”, señaló el ciclista.
La importancia del equilibrio y la salud mental
Campenaerts también habló de pequeños lujos que ayudan a mantener el equilibrio mental, como disfrutar de un postre ocasional, incluido dentro de su estricta planificación. “Un postre como la crème brûlée puede marcar la diferencia en la salud mental, pero todo está medido al detalle”, explicó el belga.
Incluso en los momentos de celebración, como tras ganar una etapa, el ciclista es moderado. “Tras mi victoria en la etapa 18, disfruté de dos copas de champagne, pero el cansancio físico hace imposible grandes festejos”, confesó.
Días de descanso y comidas trampa
Durante los días de descanso, los ciclistas pueden darse el lujo de una “comida trampa”, siempre adaptada a las exigencias de la competencia. Según Owen Blandy, chef del equipo EF Education-EasyPost, la clave está en la simplicidad. “No están de vacaciones, solo necesitan alimentar sus cuerpos para competir”, comentó al mismo medio.