La selección argentina sub 20 disputó anoche un partido clave para sus aspiraciones en el campeonato Sudamericano de la categoría, que se disputa en Colombia. El equipo que dirige Javier Mascherano, necesitaba imperiosamente una victoria ante Brasil, para recuperarse de la derrota sufrida ante Paraguay en el debut del certamen.

Pero nada salió como se planificó para el seleccionado nacional. Desde temprano, desde los 7′, el seleccionado brasileño sacó ventaja a través de Guilherme Biro. Luego, Argentina comenzó a empujar y generó un penal a favor, pero el capitán Gino Infantino no pudo concretar. La selección «Verdeamarela» se mantuvo siempre concentrada y expectante para aprovechar errores, y así sacó ventanja de 2-0 a los 35′, gracias al anticipo, corrida y definición de Andrey, su volante central.

En el segundo período, Argentina continuó careciendo de precisión para asociarse (el mal estado del campo influyó considerablemente, y complicó a ambos equipos) y no pudo generar ni muchas ni claras situaciones de gol. Cuando ya el partido parecía morirse con el 0-2, otro error argentino en defensa permitió que Brasil saque tres de diferencia, por medio del penal que Vítor Roque concretó a los 87′. El descuento «albiceleste» llegó a los 90′, por medio del cabezazo del volante Maximiliano González.

La dura derrota 3-1 ante Brasil, complicó y mucho al seleccionado argentino Sub 20. Sus chances de clasificarse para la próxima fase del torneo, el «Hexagonal Final», penden de un hilo. Para lograrlo está obligado a ganar sus próximos dos compromisos, ante Perú (este miércoles) y Colombia (este viernes). Y además de eso, esperar que la selección «Cafetera», que juega de local, no sume de a tres en su duelo de pasado mañana, ante Brasil.

El futbolista tucumano, perteneciente al Club Atlético Tucumán, Ignacio Maestro Puch jugó de titular y se mantuvo en el campo durante todo el partido. En el primer tiempo tuvo positivas intervenciones, aunque no pudo encontrar ninguna ocasión para rematar al arco. En la segunda parte, con un seleccionado argentino inconexo y desesperado, el nacido en San Miguel de Tucumán prácticamente no pudo tener contacto con la pelota.