Esta semana, la primera Librería Universitaria de la provincia, ubicada en Ayacucho 401, cerró sus puertas. El trágico final tiene que ver con problemas económicos, que no pudieron resolver sus actuales dueños. Además, de otros factores vinculados con la comercialización de los textos, a partir de las ventas online directamente desde las editoriales.

El comercio, inaugurado en 1963, por la familia Alé supo ser, durante muchos años, el punto obligado para adquirir los libros universitarios. En especial, para alumnos de la Facultad de Medicina, ya que muchos de ellos llegaban desde otras provincias. También fue un referente para los estudiantes de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia.

A la Librería Universitaria, se le suman otros negocios cerrados del rubro, como La Feria del Libro, en calle Muñecas. El precio del dólar, conspiró en contra, debido al hecho de ser los libros productos importados. Además, la posibilidad de adquirir los diferentes ejemplares, directamente desde las páginas web de las editoriales, muchas veces con un descuento importante.

Si bien, el hecho del cierre de una librería no generará en muchos una idea demasiado negativa, significa el adiós definitivo para un espacio que supo ser referencia del saber en nuestra provincia. Y que más de uno recordará, desde sus primeros pasos, en sus respectivas carreras.