La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que pasamos hasta el 90% del tiempo en interiores, lo que convierte a nuestras casas en un espacio clave para cuidar la salud. Entre los posibles riesgos, los ácaros del polvo destacan como responsables de alergias y otros problemas respiratorios, siendo los dormitorios su lugar favorito. Conocer el mejor momento para hacer la cama podría marcar la diferencia en la reducción de su presencia.

Los ácaros son arácnidos microscópicos que se alimentan de restos de piel humana y prosperan en condiciones de humedad y temperatura moderada. Según estudios, cada cama puede alojar hasta 1,5 millones de ácaros, cuyas secreciones y excrementos pueden desencadenar alergias y afectar el bienestar. Este problema se agrava en ambientes cerrados, donde el aire contaminado permanece sin renovarse.

Ventilar antes de hacer la cama: el consejo clave

Un estudio de la Universidad de Kingston, en Londres, reveló que dejar la cama deshecha por un tiempo tras levantarse reduce las condiciones ideales para la supervivencia de los ácaros. La humedad acumulada durante la noche en las sábanas puede evaporarse si se airea el ambiente, creando un entorno menos favorable para estos arácnidos.

La médica pediatra Celeste Celano (M.N. 127066) recomienda ventilar la habitación diariamente antes de hacer la cama, dejando abiertas puertas y ventanas por al menos una hora. Además, aconseja separar las sábanas, mantas y el colchón para permitir que todos los elementos reciban aire fresco y, si es posible, luz solar. “El sol y el aire nuevo ayudan a eliminar los ácaros de forma natural y efectiva”, asegura.

Beneficios de una buena ventilación

El aire fresco no solo ayuda a combatir los ácaros, sino que también mejora la calidad del sueño. Según un estudio de la Universidad de Tecnología de Eindhoven, los niveles bajos de dióxido de carbono en habitaciones bien ventiladas se traducen en un descanso más profundo y reparador.

La Dra. Celano enfatiza que una ventilación adecuada beneficia especialmente a quienes padecen alergias o problemas respiratorios. “Cuando el ambiente está ventilado, el sueño es más profundo y el organismo se oxigena mejor, lo que contribuye al bienestar general”, señala.

Consejos para mantener la higiene del dormitorio

  1. Ventilar diariamente: abrir puertas y ventanas de manera cruzada para permitir el ingreso de aire fresco y la salida del aire viciado.
  2. Exposición al sol: siempre que sea posible, exponer colchones y sábanas a la luz solar para eliminar ácaros.
  3. Evitar hacer la cama inmediatamente: dejar las sábanas deshechas por al menos una hora para permitir la evaporación de la humedad acumulada durante la noche.
  4. Limpieza periódica: sacudir las sábanas y lavar la ropa de cama regularmente para mantener la higiene.
  5. Puertas abiertas durante la noche: dormir con la puerta entreabierta favorece la circulación de aire, mejorando la calidad del descanso.

Adoptar estos hábitos no solo ayuda a reducir la presencia de ácaros, sino que también mejora la salud respiratoria y el descanso, convirtiendo al dormitorio en un espacio más saludable.