A pocos días de disputar el que se denomina «El último desafío» ante Novak Djokovic, el 1 de diciembre en Parque Roca (Buenos Aires), Juan Martín Del Potro abrió su corazón y durante un poco más de once minutos, en los que por momentos se le quiebra la voz, reveló los detalles del tormento que vive diariamente y que comenzó hace cinco años, cuando se operó por primera vez de la rodilla. El video donde el ex tenista compartió la dolorosa historia de sus últimos años se difundió a través de su cuenta de Instagram, y en el mismo se ve solo un sillón blanco y a «Delpo» sentándose dispuesto a hablarle a sus seguidores, a contarles cómo transita sus días sin el tenis y casi sin poder moverse con naturalidad y sin dolor.

El relato de Del Potro comenzó sin ningún tipo de prólogo. «Cuando jugué el último partido con Federico Delbonis (último match oficial que disputó «Delpo»), al día siguiente tomé un avión a Suiza y me volví a operar de la rodilla, mi quinta cirugía. Estuve dos meses en un pueblo cerca de Basilea y no funcionó. A los dos meses y medio me dijeron que me volvían a operar: la sexta. Después fui a Estados Unidos, seguí rehabilitando y, entre cirugía y cirugía, probaba tratamientos. Debo tener más de 100 inyecciones en la pierna, en la cadera, en la espalda. Me infiltraron, me analizaron, me quemaron nervios, me bloquearon tendones: es un sufrimiento que tengo a diario y así vengo desde ese último día con Federico», inició el estremecedor relato.

Luego, Juan Martín dio a conocer que los dolores físicos conviven con él desde la primera operación que se hizo en su rodilla. «Cuando me operé la primera vez el médico me dijo: ‘en tres meses vas a volver a jugar’. Fue en 2019, en junio, y me anoté en los torneos de Estocolmo, Basilea y París porque el médico me dijo que llegaba bien con los tiempos. Después de esa primera cirugía nunca más pude subir una escalera sin dolor. En un viaje a Tandil de 4 horas tengo que frenar a mitad de camino para estirar las piernas. Me duele muchas veces para dormir. Cuando giro de lado me despierto por los pinchazos que son muy feos», contó. «Vivo una pesadilla sin final en la que a diario insisto en buscar soluciones, médicos y alternativas que todavía no encuentro. Pero todo empezó en aquella primera cirugía», agregó.

En otro momento del video, Del Potro dio los motivos por los cuales decidió realizar estas confesiones: «Tengo que contarles cómo estoy porque me hace bien, siempre tuve conexión con el público, para que pueda inspirar o ayudar a otra gente. Mi vida cotidiana no es la que deseo. Era un tipo muy activo al que le gustaba mucho hacer deporte, no solo jugar al tenis. Ahora me invitan a jugar al fútbol y me siento afuera con el mate, o me invitan a jugar al pádel y soy el que hace los videítos. Para mí es terrible», aseguró. «Desde lo deportivo me quitaron la ilusión de hacer lo que siempre me gustó, que era jugar al tenis. Es muy difícil ya tener que caretear todo durante 24 horas, es muy complicado. No tengo más ganas, no soy indestructible, soy como cualquiera», reflexionó. «Lo de la pierna me consume anímicamente todo porque padezco el día a día. Me levanto y tomo entre seis y ocho pastillas, hasta para la ansiedad», completó «Delpo».

«¿Cuándo se va a terminar?» es una pregunta que Del Potro se hace casi a diario y para la cual aún no puede encontrar una respuesta. «A veces no lo soporto más. Es terrible, no sé cuándo va a terminar. Porque tengo otra gran pelea con los médicos que me dicen: ‘ponete una prótesis y dejate de joder’. Me dicen que voy a tener calidad de vida. Entonces digo: perfecto, es lo que yo busco, no me importa correr ni jugar al tenis. Después viene otro y me dice que espere hasta los 50 porque soy muy joven para prótesis. Y digo: desde los 31 que no corro, no puedo subir una escalera, no puedo patear una pelota, no jugué nunca más al tenis. ¿Voy a tener 15 años más de mi vida así para que a los 50 vean si me ponen una prótesis para vivir más o menos bien a los 60? Ahora estoy en esa discusión y también es terrible porque me dicen que lo defina yo. ¿Yo tengo que tomar la decisión? ¡Si el médico sos vos!», explicó en casi una autoreflexión del hombre que alcanzó la gloria en el US Open 2009, ganándole la final a Roger Federer.

Por último, Juan Martín habló de lo que se aproxima, del partido exhibición que realizará con Djokovic y el homenaje que recibirá en su definitiva despedida del tenis. «Me puse de nuevo con la dieta, vengo bajando de peso, me puse a entrenar. Quiero llegar lo más en forma posible. Es un show para decir adiós, que ya no hay más vuelta atrás. Djokovic fue muy generoso en aceptarlo y poder venir. Quiero que con la gente le demos mucho amor y que se lleve el mejor recuerdo de Argentina. Y si al menos por dos o tres horitas puedo tener un poco de paz en mi pierna y puedo disfrutar algo dentro de una cancha de tenis aunque sea por última vez, sería muy bonito», concluyó el ex número 3 del mundo.