El presidente Javier Milei envió un ultimátum a los sindicatos de Aerolíneas Argentinas para que le presenten un plan de reformas. El Gobierno propone eliminar todos los beneficios de los empleados de la empresa y ajustarlos a estándares de mercado. El Ejecutivo analizará el proyecto, pero su aprobación dependerá de si el programa es «de su agrado». El mandatario espera que los aeronáuticos acepten discutir los convenios colectivos en esta paritaria y eliminen todos y cada uno de los «privilegios». El Gobierno sostiene que, en estas condiciones, la empresa es inviable. Fuentes especializadas en el conflicto aseguran que el déficit ronda los 600 millones de dólares.

El planteo se dio luego del poderoso paro de la semana pasada, el cual afectó a miles de pasajeros en todo el país y el exterior. Con esta nueva advertencia, el Gobierno espera una rendición de los gremios APLA, APA, Aeronavegantes y APTA. El viernes, los sindicatos se mostraron dispuestos a discutir algunos aspectos del convenio colectivo y plantearon una tregua unilateral. Sin embargo, la administración libertaria lo consideró insuficiente y espera que los referentes gremiales acepten discutir todos los beneficios que reciben por encima de las condiciones que rigen en el mercado argentino. Según planteó el Ejecutivo, esto incluye remises para las tripulaciones, pasajes indiscriminados para empleados y familiares de por vida, el régimen de horas de vuelo, premios y hasta regalos de bodas.

El avance del Gobierno

Durante la última protesta, los sindicatos retuvieron a cientos de pasajeros a modo de protesta por reclamos salariales y contra la intervención de la empresa. De hecho, hubo viajeros que debieron permanecer en las aeronaves hasta ser asistidos por efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Este episodio puntual causó una ola de rechazo social y obligó al Gobierno a tomar medidas drásticas, entre ellas, el despido de 16 trabajadores de Intercargo.

Ante las reiteradas negativas y protestas del frente sindical, el Gobierno anticipó que las otras salidas posibles son la privatización o el cierre. “Aerolíneas Argentinas o se privatiza o se cierra o se cede a los empleados. No hay otra alternativa, porque sin capitales privados, Aerolíneas no puede seguir, ni puede continuar siendo solventada por el Estado de un país donde la mitad de su gente es pobre. No hay razón para que eso ocurra”, advirtió el vocero presidencial, Manuel Adorni. De este modo, Milei se muestra implacable y ejerce mayor presión sobre los sindicatos que ven limitadas las opciones y avanzan hacia un plan de desmantelamiento de los beneficios laborales.