Consejos para eliminar las bacterias ocultas en cada ambiente del hogar
Las bacterias pueden encontrarse en todos los rincones del hogar, incluso en objetos y superficies que suelen pasar desapercibidos en la limpieza diaria. Superficies de uso frecuente como interruptores de luz, manijas de puertas, controles remotos, celulares y teclados pueden acumular microorganismos peligrosos si no se higienizan regularmente. Expertas como Daniela Crimer y Erica Pitaro Hoffman destacan la importancia de limpiar y desinfectar estas áreas para prevenir riesgos a la salud.
En la cocina, espacio central del hogar, es crucial adoptar medidas para evitar la proliferación de bacterias. La manipulación incorrecta de alimentos crudos como carnes, pescados y vegetales puede conducir a la contaminación con bacterias como Escherichia coli, Salmonella y Staphylococcus aureus. Claudia Degrossi y Roxana Furman enfatizan la necesidad de separar alimentos crudos de los cocidos, mantener una higiene adecuada, cocinar los alimentos a temperaturas seguras y refrigerarlos correctamente para minimizar los riesgos de enfermedades transmitidas por alimentos.
Las esponjas de cocina representan un enemigo silencioso si no se mantienen en condiciones adecuadas. Con el uso constante y la humedad, pueden convertirse en un foco de contaminación. Se recomienda reemplazarlas cada 15 días, optar por esponjas de fibra delgada y asegurarse de que se sequen completamente después de cada uso. Crimer y Pitaro Hoffman sugieren desinfectarlas sumergiéndolas en agua hirviendo o con una dilución de lavandina, evitando prácticas como calentarlas en el microondas, que pueden ser contraproducentes.
Prácticas cotidianas como usar calzado dentro del hogar o no tapar el inodoro al descargar pueden contribuir a la propagación de bacterias. Dejar los zapatos cerca de la entrada ayuda a evitar que la suciedad y microorganismos del exterior ingresen al hogar. En el baño, cerrar la tapa del inodoro antes de tirar de la cadena previene la dispersión de bacterias en el ambiente, reduciendo el riesgo de contaminación en superficies cercanas.
Grupos vulnerables como niños, embarazadas y personas mayores deben ser especialmente cuidadosos con las prácticas de higiene y manipulación de alimentos, debido a que sus sistemas inmunológicos son más débiles. Medicamentos como los antiácidos pueden aumentar el riesgo de infecciones alimentarias al afectar la acidez estomacal. Por ello, seguir pautas básicas de higiene, refrigeración y cocción es fundamental para proteger su salud.