El último informe de la Defensoría de la Tercera Edad reveló que un jubilado en Argentina necesita $912.584 para cubrir su canasta básica. Lo que representa un incremento del 54,37% entre abril y octubre de 2024. Este aumento refleja la creciente presión que la inflación ejerce sobre los ingresos fijos de los adultos mayores. En comparación, la jubilación mínima es de $234.540,23 más un bono de $70.000, lo que deja una brecha considerable en su capacidad para cubrir necesidades básicas.

El desglose de la canasta muestra que el mayor gasto corresponde a alimentos, que representan el 26% del total, con un desembolso de $236.873. Le siguen los costos de vivienda con $198.000 (22%) y medicamentos con $145.268 (16%). Otros rubros como servicios, limpieza, transporte, recreación y vestimenta completan el total de $912.584 mensuales que se requieren para vivir.

Eugenio Semino, el Defensor del Pueblo de la Tercera Edad, expresó su preocupación por la situación de los jubilados. A su vez, criticó los bonos que el gobierno entrega como soluciones temporales. Según Semino, estos bonos son “inútiles y contraproducentes”, ya que no abordan el problema estructural de los ingresos de los jubilados y solo actúan como parches ante una crisis que empeora con el tiempo.

Semino enfatizó que la situación es insostenible y afecta a más del 10% de la población, es decir, a siete millones de jubilados y jubiladas que se ven empujados a la pobreza. La Defensoría resaltó la urgencia de una reforma que garantice ingresos dignos para los adultos mayores en Argentina.