La conmoción causada por las revelaciones en torno a la vida privada del expresidente Alberto Fernández ha generado una ola de indignación y desconcierto en el peronismo. Exfuncionarios y dirigentes que formaron parte de su entorno político no ocultan su descontento y decepción. «La degradación es total», comenta un exfuncionario mientras revisa las imágenes de Fabiola Yáñez con marcas de violencia. «Esto es el fondo del mar más absoluto», añade, reflejando la consternación que ha provocado el escándalo.

Dirigentes que en su momento promovieron la candidatura de Fernández ahora se muestran avergonzados por su apoyo y reconocen el daño que este episodio ha causado al peronismo. «Me da vergüenza haberlo apoyado. El peronismo no tiene dimensión real del daño que nos genera esto», afirma un dirigente, mientras analiza el video en el que el exmandatario coquetea con Tamara Pettinato en su despacho. El nivel de frustración es evidente: «El nivel de locura e irresponsabilidad es total«, sentencia.

El impacto del escándalo no se limita a la figura de Fernández, sino que se extiende a todo el movimiento peronista. Un exministro de la gestión del Frente de Todos señala: «Su honestidad y su voluntad de consenso parecían ser las dos cualidades rescatables. Ya no hay nada para reivindicar de su personalidad. Y lo bueno que tuvo el gobierno, quedará opacado por el escándalo».

Cómo salir de la crisis

La crisis de representatividad que enfrenta el peronismo, exacerbada por este escándalo, es profunda y pone en riesgo la cohesión interna del movimiento. La comparación con otros episodios polémicos, como el caso de Martín Insaurralde en Marbella, solo subraya la gravedad de la situación. «Así como nos acusaron de chorros a todos por los bolsos de López, ahora nos tratarán de golpeadores y violentos a todos, por el escándalo de Alberto«, reflexiona un exministro, preocupado por las repercusiones que esto pueda tener en la percepción pública del peronismo.

El temor entre los dirigentes peronistas es palpable. Saben que enfrentarán un momento muy difícil, con un electorado cada vez más crítico y un gobierno de Milei dispuesto a aprovechar cualquier oportunidad para confrontar al peronismo. «El gobierno de Milei ha renovado los argumentos para confrontar con el peronismo y aprovechará, muy probablemente, la indignación que hay en la gente», advierte un analista político.

La crisis que ha generado la publicación de los chats y fotos de Yáñez ha provocado una respuesta unificada en el discurso peronista. Algo que no se veía desde el inicio del gobierno de Milei. Todos, sin excepción, han condenado la violencia de género y la inmoralidad del expresidente. «Se tocó fondo en términos de moral, se sale con una cruzada ética«, afirma un dirigente kirchnerista. Sugiriendo así, que la única salida para el peronismo es un profundo proceso de autocrítica y renovación.