El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha iniciado su mandato con un cumplimiento tajante de sus promesas de campaña en materia migratoria. Entre sus primeras acciones, suspendió los asilos autorizados por la administración de Joe Biden, endureció las políticas de inmigración y comenzó con deportaciones selectivas de indocumentados, principalmente aquellos que han cometido delitos.

Estas decisiones han desatado un clima de temor y paranoia entre las comunidades inmigrantes en Estados Unidos, donde organizaciones comunitarias y abogados especializados han reportado un aumento significativo en consultas de personas preocupadas por su futuro.

Incertidumbre entre migrantes arraigados y recién llegados

Robert Irwin, fundador y subdirector del Centro de Migración Global de la Universidad de California Davis, afirmó que “donde más se nota el miedo es entre los migrantes más arraigados”. Estas personas, que llevan más de una década viviendo en Estados Unidos, enfrentan el riesgo de deportación, incluso aquellos con hijos ciudadanos estadounidenses. Un juez federal de Seattle frenó temporalmente la propuesta de Trump de negar o revocar la ciudadanía por nacimiento, calificándola de inconstitucional, pero la incertidumbre persiste.

Además, los recién llegados que aguardaban su cita a través de aplicaciones ahora desactivadas se encuentran en un limbo. Especialmente, tras el desmantelamiento de programas de protección temporal.

La eliminación de zonas sensibles

Verónica Thronson, abogada experta en derecho migratorio señaló un cambio crítico en las políticas. “Antes de Trump, ciertos lugares como escuelas, iglesias y hospitales eran considerados zonas sensibles, donde las personas no podían ser detenidas. Ahora, eso ha sido cancelado”.

El resultado ha sido un aumento del miedo, con padres indocumentados evitando enviar a sus hijos a la escuela o recogerlos. Sin embargo, Thronson advierte que “el gobierno no tiene la capacidad para deportar a millones de personas de manera inmediata”. Y es que los centros de detención tienen un límite de 40.000 camas.

Un panorama incierto

Las políticas de Trump han llevado a un aumento en la sensación de vulnerabilidad entre las comunidades inmigrantes. Los expertos enfatizan que las deportaciones masivas no son logísticamente posibles en el corto plazo. Sin embargo, el temor generado por la eliminación de protecciones previamente establecidas sigue marcando la vida de miles de familias en Estados Unidos.