
Los expertos señalan cómo detectar las señales del agotamiento laboral y evitar sufrir un burnout

El burnout o agotamiento laboral es un fenómeno reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y afecta a un número creciente de trabajadores en todo el mundo. Se manifiesta a través de síntomas como cansancio extremo, desmotivación, cinismo respecto al trabajo y una sensación constante de bajo rendimiento.
Según una encuesta realizada en 2024 en Estados Unidos, más de la mitad de los trabajadores declararon sentirse agotados en el último año. Aunque la responsabilidad de evitar el burnout no recae únicamente en el trabajador, los expertos recomiendan una serie de estrategias para detectar las señales tempranas y minimizar sus efectos.
Cuáles son las principales causas del burnout
El agotamiento laboral suele ocurrir cuando las expectativas sobre un trabajo no coinciden con la realidad. Entre los factores que más contribuyen a este fenómeno se encuentran:
- Carga de trabajo excesiva: cuando las demandas laborales superan la capacidad de gestión del trabajador.
- Falta de control: no poder decidir sobre el ritmo de trabajo o las tareas a realizar.
- Desconexión con los valores personales: sentir que el trabajo no es ético o que no tiene un propósito significativo.
- Mala relación con el entorno: falta de apoyo de compañeros o trato injusto por parte de los superiores.
- Falta de satisfacción en las tareas: sensación de monotonía o falta de desafíos profesionales.
Cómo prevenir el agotamiento laboral
1. Establecer expectativas claras desde el inicio
Los expertos recomiendan que, al iniciar un nuevo empleo, se mantengan conversaciones con los supervisores para entender qué se espera del rol y cómo se medirá el desempeño. Definir prioridades diarias o semanales con el jefe puede ayudar a gestionar la carga de trabajo y prevenir el agotamiento.
2. Practicar el «diseño del trabajo» o job crafting
Este concepto implica adaptar el puesto de trabajo a las propias habilidades e intereses. Hablar con los superiores sobre las áreas en las que se disfruta más trabajar puede aumentar la motivación y reducir el estrés.
3. Controlar la organización del tiempo
Si es posible, planificar las tareas según el nivel de energía durante el día. Por ejemplo, reservar la mañana para actividades que requieren mayor concentración y la tarde para reuniones o tareas menos exigentes.
4. Comunicar la carga laboral
Avisar cuando las tareas se vuelven abrumadoras permite redistribuir responsabilidades y evitar la sobrecarga. Este paso también ayuda a que los supervisores ajusten las expectativas de manera realista.
5. Fomentar las relaciones en el entorno laboral
Construir lazos con colegas, aunque sean superficiales, genera un sentimiento de comunidad y apoyo, lo que puede reducir el estrés y mejorar la satisfacción laboral.
6. Mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida personal
Dedicarse a aficiones, proyectos personales o actividades recreativas ayuda a desconectarse del estrés laboral y a mantener una mejor salud mental.
7. Priorizar el descanso y la relajación
Los expertos recomiendan permitirse momentos de descanso real. «Está bien solo tumbarse y mirar al techo», afirma el especialista Ron Z. Goetzel, destacando la importancia de reducir la presión constante por ser productivo.
El desafío de combatir el burnout
Aunque el agotamiento laboral es un problema estructural, adoptar medidas personales puede marcar la diferencia en la forma en que se afronta el día a día. Establecer límites, gestionar la carga de trabajo y mantener un balance entre lo laboral y lo personal puede prevenir el burnout y mejorar la calidad de vida en el ámbito profesional.