El Virus del Papiloma Humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más frecuente en el mundo y afecta a millones de personas sin distinción de género ni edad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80% de la población contraerá este virus en algún momento de su vida. Sin embargo, la falta de información y los mitos en torno a su transmisión han convertido al VPH en un problema de salud global.

El VPH está compuesto por más de 240 variantes, de las cuales cerca de 40 afectan la zona genital y anal. Se dividen en dos grupos principales:

  • Bajo riesgo oncogénico: pueden causar verrugas genitales.
  • Alto riesgo oncogénico: pueden derivar en diversos tipos de cáncer.

Se transmite por contacto directo de piel y mucosas, principalmente a través de relaciones sexuales. Aunque el preservativo reduce el riesgo, no garantiza protección total, ya que el virus puede encontrarse en áreas no cubiertas.

Según la médica ginecóloga Laura Fleider, jefa de patología cervical del Hospital de Clínicas ‘José de San Martín’, la mayoría de las personas no sabe que tiene el virus porque es asintomático.

«Cuatro de cada cinco personas contraerán el VPH en algún momento de su vida, pero muchas lo desconocen porque no presenta síntomas visibles», explicó la infectóloga Hebe Vázquez, de la Sociedad Argentina de Enfermedades Infecciosas.

Qué enfermedades puede causar

El VPH está directamente vinculado al cáncer de cuello uterino, una de las principales causas de mortalidad en mujeres. Pero no es la única enfermedad que puede provocar:

Cáncer de cuello uterino

Cada año, más de 600.000 mujeres en el mundo son diagnosticadas y más de 340.000 mueren. En Argentina, se reportan 4.600 nuevos casos anuales y 2.200 fallecimientos.

Otros cánceres asociados al VPH

  • Cáncer de ano: afecta a hombres y mujeres.
  • Cáncer de pene: menos frecuente, pero agresivo.
  • Cáncer orofaríngeo: en hombres, la incidencia ha superado la del cáncer de cuello uterino en mujeres.

«El VPH no solo puede provocar cáncer, sino que también altera la respuesta inmune y favorece infecciones combinadas con otros virus», señaló la investigadora Virginia Rivero, del CONICET.

Cómo prevenir la infección

Los especialistas destacan tres estrategias fundamentales para reducir el riesgo de contagio:

Prevención primaria

  • Educación sexual y concientización.
  • Uso de preservativo (aunque no brinda protección total).
  • Vacunación a niñas y niños de 11 años, incluida en el Calendario Nacional de Vacunación desde 2011.

Secundaria

  • Papanicolaou (PAP) y test de VPH para detectar lesiones precancerosas en el cuello uterino.

Terciaria

  • Tratamientos con cirugía, radioterapia o quimioterapia en casos avanzados.

«La combinación de vacunación y chequeos médicos permite reducir drásticamente la incidencia de enfermedades graves relacionadas con el VPH», destacó Fleider.

El impacto de la vacunación

Desde su incorporación al Calendario Nacional de Vacunación, la vacuna contra el VPH ha sido clave en la lucha contra el cáncer de cuello uterino y otros tumores asociados al virus. En 2017, su aplicación se amplió a varones de 11 años, adoptando un enfoque integral de prevención.

A nivel mundial, la OMS implementó el plan 90-70-90, con tres metas para 2030:

  • 90% de niñas vacunadas antes de los 15 años.
  • 70% de mujeres sometidas a pruebas de detección a los 35 y 45 años.
  • 90% de mujeres con lesiones precancerosas tratadas eficazmente.

«La combinación de inmunización y educación sexual es clave para erradicar el cáncer de cuello uterino», subrayó la médica Virginia Verdaguer, directora médica de MSD Argentina.